PROVOCADOR NATO...


Así se nos muestra D. César Vidal Manzanares, que ha decidido con Planeta de Agostini, reeditar su vasta obra para enriquecer la siempre raquítica oferta de coleccionables de septiembre tras la vorágine veraniega.
¿Es cierto lo que afirma este pseudo historiador en su anuncio televisivo? ¿Millones han leído sus obras? ¿Algunos hasta han destruído sus libros? ¿Seguirá diciendo la verdad?
Una de sus "verdades" la vertía en la contraportada de La Razón cuando publicó "España frente al Islam" (un título ya de por sí manfiestamente embustero como explicaremos más abajo de forma breve).
En esa inolvidable contraportada afirmaba sin rubor alguno que lo único bueno que trajeron los musulmanes a este lugar fueron las alcachofas... ¡Toma verdad y rigor histórico! Para empezar, eso es opinable y está sujeto a la subjetividad de cada uno, pues para aquellos que odian la alcachofa esa afirmación es errónea. No es ningún secreto que la digestión de este manjar tiene flatulentos efectos secundarios capaces de arrinar una apacible tarde de cine o una reunión de trabajo. Y tampoco es muy recomendable saborear un buen vino después de un bocado de la susodicha, porque, tal es el poder de su sabor que anula la gracia del tanino más sofisticado. Así que esa afirmación tan sólo nos indica que a don César no le incomodan los gases tras la digestión, es más, parece celebrarlo, y que lo mismo le da un buen Rueda que un cartón de Don Simón (que con ese nombre parece un tertuliano episcópeo).
Ese tipo de afirmaciones son las que animan a los radicales de uno y otro lado del choque de gilipolleces al odio mutuo, y parten de mentiras con un interés político tan descarado como fascista. La manipulación del pasado es una de las características más notable de la tentación totalitaria.
Tan sólo la nómina de poetas y filósofos que dio Al-Andalus durante el medievo europeo servirían para llenar varios libros de Historia de esos que va a editar Planeta con Vidal. Y si nos metemos en temas de patrimonio artístico, gastronomía, cultura general, lengua, folkclores, etc., no acabaríamos nunca. Un ejemplo notable y cercano lo tenemos en Aragón, cuyo legado mudéjar fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2002. En fin, para qué abundar en esta cuestión. Lo preocupante es que este divulgador de embustes, encantador de serpientes, y pedante como él sólo, tiene un ejército de seguidores, de eso no cabe la menor duda.
Otro ejemplo del tipo de verdades que maneja el orondo personaje es el título de ese mismo libro: "España frente al Islam"...
España, simplemente es que NO EXISTÍA durante la estancia musulmana en la península ibérica. Es más, la historia de los reinos cristianos en esos siglos es la historia de las luchas intestinas y la rivalidades entre reinos, el mercenariazgo (el propio Cid, héroe de la Cristiandad nacionalcatólica, fue soldado mercenario que lucho en bando sarraceno) y otros hechos históricos lo suficientemente conocidos y documentados como para desechar semejante título, tan sólo concebible en una mente ideologizada como la suya y sus seguidores. De hecho, nada nuevo bajo el sol, como casi nada de lo que divulga este hombre, que se ha atrevido a emular, rozando el plagio, hasta títulos tan míticos como "Recuérdalo tú y recuérdalo a otros", la primera historia oral de nuestra guerra civil, de Ronald Fraser. Todo lo que este hombre tiene que aportar al acervo del español medio está ya escrito en la enciclopedia Álvarez. Ni siquiera la unión matrimonial de Isabel y Fernando supuso la unificación en un sólo país. La políticas económicas y culturales de Castilla y la Corona de Aragón fueron bien dispares, como toda persona documentada sabe, hasta bien entrado el s. XVI. No hay mucho aragoneses haciendo las Américas en los siglos XV y XVI, como no hay castellanos emprendiendo aventuras comerciales por el Mediterráneo occidental. Aún así las diferencias habrían de mantenerse hasta el punto de que los cambios dinásticos han provocado no pocas guerras fraticidas de alto contenido territorial hasta casi el siglo XX (La Guerra de Sucesión, las guerras carlistas...). Eso nos da una idea de lo "unidos" que hemos estado siempre en este viejo solar europeo.
Pero puestos a decir la verdad, podría empezar don César por decir nombres y apellidos de los que le escriben los libros, porque, o no duerme y sólo trabaja, o es imposible literalmente preparar diariamente un programa de radio de 4 horas, colaborar en secciones de otros programas de su cadena semanalmente, dar charlas, apadrinar libros de terceros, firmar en los Cortes ingleses con cada novedad editorial, etc, etc, etc...

OTRAS VÍCTIMAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO...

Observad con atención a la criatura de más abajo. Los expertos han detectado en su organismo una cadena de síntomas directamente relacionados con los bruscos cambios de temperatura cada vez más frecuentes. Padece graves disfunciones en su sistema nervioso (espasmos involuntarios, generoso babeo, descontrol de los esfínteres...) así como cada vez más frecuentes episodios de sudor incontrolado-ora frío, ora caliente- junto a cuadros de paranoia aguda y evidentes síntomas de esquizofrenia siberiana. Parece tener además terrores nocturnos y despiadadas flatulencias que impiden un control médico más exhaustivo y eficaz.
Nadie, ni siquiera los ecologistas más concienciados, parece preocuparse por la suerte de estos seres, que andan con esa mirada vacía, vidriosa y perdida del que se sabe en un puesto privilegiado en la cabeza del pelotón de las especies que antes desaparecerán en la siguiente Gran Extinción.
Su situación es, dicen, bastante más grave que la del lince ibérico. Se trata del...


...CREATIVO DE EL CORTE INGLÉSSSS!!!!

Se ha terminado para siempre aquello de "Ya es primavera en el..." Hala, al paro chavalote, se te ha acabado el chollo, elegiste un mal día para dejar de esnifar...

Nuestra mierda, la de tod@s, ¿navegable?

Este estío ha traído un verano, si no muy caluroso, sí muy seco en la cuenca del Ebro, especialmente en las provincias de Zaragoza y Teruel, donde ha llovido menos de lo previsto.
La tendencia, según los expertos, es hacia una progresiva desertización de nuestra península y cada vez menos lluvias, por lo tanto, menos caudal en sus ríos. De ahí la inviabilidad a medio plazo del trasvase. Menos agua significa mayor proporción de desechos industriales y ciudadanos en nuestros ríos. No digo yo que veamos en 2008 barcazas por el Ebro flotando en aguas fecales producidas de manera inevitablemente, con mayor o menor generosidad y abanico de texturas y olores, por el conjunto de la ciudadanía. Es la consecuencia inevitable de nuestra naturaleza, todo lo que entra sale, y ya dice el dicho popular: "Comer, comerás gloria, pero lo que es cagar..." La funestas consecuencias de la digestión son el pan de cada día para nuestros ríos. Un anticipo del futuro escenario que nos aguarda lo hemos podido comprobar estos días atrás en Zaragoza. Ha habido días de insoportable hedor en cualquier barrio, sea un barrio bien o un barrio proletario, cuando ha coincidido la falta de caudal suficiente para el arrastre de nuestras miserias con la ausencia de vientos que liberen nuestra atmósfera de ese característico olor a baño de estación...
La concesión de las barcas de recreo es, creo, para 20 añazos...
¿Quién querrá ser gondolero en la Zaragoza del siglo XXI, esa Zaragoza del millón de almas con su aproximado millón de mierdas diarias correspondientes?
Menudo negocio el de las barcas. Pero tranquilos que algún avispado ya estará pensando en un nuevo deporte de riesgo, el shitting-surf o algo. Un buen neopreno y falta de escrúpulos será lo único necesario para seguir explotando el azud eternamente. La ventaja es que hasta los mejillones cebra desaparecerán, de mierda hasta las cejas.

Verano de 2007: de topillos y hombres

Y es que los tiempos están tan revueltos como en la terrible depresión que vivió y describió Steinbeck.
¿Cómo están las cosas en la piel de toro? A las plagas apocalípticas de topillos en Castilla y León, ilegales en cayuco y patera, incendios catastróficos en los valiosísimos parajes canarios, desastres logístico-energéticos de Barcelona, etc, hay que añadir desde el pasado fin de semana el temblor de tierra que desde la otra Castilla se sintió por toda la península…
A ver lo que tardan las voces episcópeas y peperas en atribuir al rojazo ZP ese intento de romper literalmente España… porque no olvidemos que este temblor del pasado fin de semana se produjo una vez resuelto que, de momento, Navarra sigue siendo Navarra y no Nafarroa (bye-bye, agur Ben-Hur, slitzweitz…).
Como de momento se ha paralizado el proyecto de desvertebración de Españña que se lleva entre manos la masonería a través de ZP, y que tenía como buque insignia el saldo de Navarra a los vascos y las vascas, (rebajas de julio, y en agosto, segundas rebajas…) ya tienen los conspiranoicos ultraderechistas un nuevo argumento para elucubrar a la salida de las vacaciones. Seguro que cerca del epicentro del terremoto había una Kangoo, algún mochilero vasco o un minero asturiano y esquizoide. Pedro Jeta nos lo contará en su momento…
Y ya que mentamos a la bicha, ¿ande andará don César Vidal? ¿Acaso descansará este verano? El hombre que nunca duerme, que vela por el pasado y futuro de Españña, el ilustrado y exquisito paladín de las libertades, martillo de rojos, escalofrío de criptomasones, lo ha vuelto a hacer... Sí, se trata de su penúltimo libro: ha publicado una obra sobre -atención- la cultura imprescindible para ser un hombre (de bien). Es decir, una serie de conocimientos de obligada aprehensión para tener un espíritu como Dios manda. Increíble pero cierto. César les dice a sus incondicionales, que no son pocos, qué libros, obras de teatro, películas, óperas, e incluso¡¡¡zarzuelas!!! son de imprescindible y obligado visionado. ¿Quién se cree que es? ¿Dios acaso? ¿o se trata tan solo de un profeta?Y luego es la izquierda la que dirige e impone. Si ese libro lo firmasen Carrillo o Gabilondo, por decir algo, estaríamos ante un claro ejemplo de dirigismo comunista, de abyección estalinizante frente al hombre libre… Pasmao me quedé ojeando el índice, no me paré a ver los contenidos, las recomendaciones concretas, pero deben ser jugosas. ¿El nacimiento de una nación? ¿Raza? ¿Nobleza baturra? ¿Tristán e Isolda? ¿La violetera? ¿El triunfo de la voluntad?
En el orden internacional la cosa anda pero que muy mal: Rusia se quiere hacer valer con el escabroso tema del subsuelo ártico (ya hay que ir pensando en las ventajas del deshielo global, y las reservas minerales que atesora el polo norte no son moco de pavo), y en el mundo musulmán las cosas siguen como siempre… a peor.
Mäs de 400 muertos en un solo atentado en Irak, los talibán imponiendose poco a poco de nuevo en Afganistán…
¿Y en el patio trasero del imperio? Los media españoles nos vuelven a tomar por imbéciles en lo que respecta a Venezuela… Obviando que el presidente o presidenta de los venezolanos va a ser quien los electores decidan, como en cualquier país normal, los media nos vendían ayer que la reforma constitucional de Chávez iba a permitirle tener el poder eternamente, en plan vitalicio… un terrible escenario político que nuestra constitución contempla desde su nacimiento… de ahí los años de felipismo, por decir algo. Recordemos el estúpido detalle sin importancia de que nuestro jefe del Estado es un cargo vitalicio y no sometido a elección alguna, se trata tan sólo de nacer en la cuna adecuada, de manera que fijate tú, ya tenemos garantizada otra era felipista gracias a nuestra constitución. Ahí quisiera ver a todos los redactores que ayer soflamaban contra Venezuela, a ver si se meten con los Borbones con la intensidad y argumentos (ninguno como tal, por cierto) que lo hacían ayer con Chávez. No hay lo que hay que tener: ética, coherencia, valentía profesional, independencia, soberanía, vergüenza torera. De todo eso y más carece el periodismo políticamente correcto de consumo masivo.
En cuanto al panorama local, Zaragoza y la Expo... Va ser verdad que somos tozudicos en esta tierra, có. ¿La penúltima? para hacer navegable lo innavegable hay que inventarse un fondo para el río, es decir, dragar para que cuatro gilipollas vayan en barca por el tramo urbano del Ebro. Precisamente en un verano cuyo estiaje está dejando el caudal del Ebro al borde de su umbral ecológico, lo que ha provocado estos días un peculiar olor a mierda humana en toda Zaragoza, fueses por donde fueses, hasta que la ciercera de estos días se ha llevado el olor valle abajo, mezclado con el olor de Campo Ebro, Saica y la papelera de Montañana.
Y la guinda del final del verano: la posibilidad, bastante real, de una crisis hipotecaria global.
La verdad es que nos toca vivir tiempos bastante nauseabundos. No se a vosotros, pero a mí el tufo de la doble moral y la arcadia feliz del mundo libre me tira p’atrás cada vez más…
La plaga de topillos se antoja como una metáfora de toda esta miseria moral que nos rodea. Cuanto peor... peor.

EL CONSUMO DE LA FALSA CONCIENCIA


Me ha llegado este artículo de Jesús que publico integramente en el blog:

La pervivencia a lo largo y ancho de Euskal Herriak de las txosnas (con diferencias notables en cuanto a permisividad y número de una localidad a otra), parece contrastar con el declive del tejido combativo vasco. Una contradicción que no se revela tan abismal si se observa desde dentro que, en muchas ocasiones, el desarrollo de una actividad supuestamente militante no deja de ser sino el mantenimiento de unas rutinas lúdicas y ociosas. Sin querer ni poder fijar un punto de inflexión en torno a este proceso, es sencillo constatar la desaparición de una cultura militante basada en el trabajo y el compromiso, en beneficio de otra fundada en el deseo, la apetencia o el mero capricho.

¿Cómo se manifiesta esto en los espacios pretendidamente políticos? Los eventos lúdicos copan la práctica totalidad de los calendarios de gaztetxes y centros sociales en su sentido más amplio. Los actos de enfrentamiento y conflicto con la realidad palidecen en número si se comparan con la proliferación de saraos alternativos: conciertos, jantokis, fiestas horteras... que muchas veces degeneran en festivales de deliberada marginación, malditismo y autocomplacencia. El denominador común de todo ello es el consumo, tanto de mercancías (drogas legales o ilegales, discos, camisetas...) como de ideología (eslóganes breves y fácilmente digeribles, modas «radicales», estética... falsa conciencia en definitiva). Y poco cambia que todo ello se haga a precios populares o en lugares liberados (de qué, se pregunta unx). Un ejemplo ilustrativo de todo esto es que el colofón de una jornadas, que generalmente se suele tratar de un concierto, congregue a más personas que el resto de actividades planeadas dentro de ellas, generalmente con unos fines más divulgativos y didácticos (charlas, debates, pases de videos...).

Dentro de este despropósito habitual, las txosnas ocupan un lugar privilegiado. Se antoja obvio matizar que no son lo mismo fiestas de Gasteiz (con menor asistencia de gente) que Aste Nagusia de Bilbo (masificadas y turistizadas) o Santurtzi, como tampoco lo es saber que el dinero aportado se destina a una lucha real (asistencia y apoyo a presxs, ciertos conflictos locales...) que a financiar más cenas o conciertos. Si hubo un tiempo en que el montaje de txosnas adquiría su sentido en la financiación de una labor política, no resulta excesivo aseverar que a día de hoy, los medios se han convertido en un fin en sí mismo.

Desde otro punto de vista crítico, resulta evidente que las txosnas funcionan gracias al consumo. Sin el derroche que se ejercita durante las fiestas es impensable el mantenimiento de las decenas de ellas que se dan cita en algunos pueblos y ciudades. Este consumismo se traduce en desagradables consecuencias que a menudo no se desean afrontar. Por un lado, las toneladas de desperdicios, basuras y fluidos humanos de diversa procedencia que no son los propios organizadores, sino empleados de las instituciones públicas, quienes recogen. Claro que, esto no es más que otro de los efectos que se desprenden de la degradación del término autogestión, que en lugar de entenderse como una aspiración a gestionar de modo directo todos los ámbitos y problemas de la vida, ha pasado a considerarse como un mero acto de recaudación. Así, cualquier concierto o actividad de autofinanciación (normalmente acompañada de venta de alcohol u otras cosas) se celebra como una declaración de autonomía financiera. Otro de los aspectos que se suele pasar por alto es un modelo festivo embrutecedor y alienante, en el que las relaciones sociales generalmente están pasadas por el filtro de las drogas y la música atronadora.

En una sociedad en la que se han roto o deteriorado muchas formas de relación no mercantilizadas hay en general una pérdida de espontaneidad (en lo sexual y en lo relacional), sustituida por una pseudoespontaneidad en la que a menudo el alcohol y otras drogas actúan como ineludibles elementos desinhibidores. Esto da pie a un masivo descontrol en que el recinto de txosnas se convierte en un lugar propicio para todo tipo de conductas inaceptables (agresividad, baboseo, robos y atropellos a personas que sufren los rigores de las drogas consumidas...) o que incluso, a veces, sea la propia policía la encargada de velar por el mantenimiento de un cierto «orden» (una labor que debería recaer sobre los organizadores de este espacio en una muestra de soberanía colectiva frente a injerencias de autoridades externas). En segundo lugar, semejante despliegue de infraestructura (grupos fantasma, partidos o asociaciones que tan solo hacen su aparición en estas fechas), proyecta un espejismo político y muy a menudo la falsa conciencia de estar participando en un proyecto que poco o nada tiene que ver con algo más que con una maquinaria recaudadora. Algo que hace que lo que las txosnas ofrecen pueda encontrarse, las más de las veces, en un bar «del rollo» cualquiera. Salvo excepciones contadas, en las que el consumidor sabe perfectamente qué ocurrirá con su dinero, el destino final de éste es una incógnita que no se materializa en un trabajo político concreto, eso sí, tampoco nadie demanda unos resultados materiales.

Ante todo esto, cabe preguntarse qué es lo que mantienen de populares las fiestas. El itinerario festivo se compone de excursiones por la geografía vasca en busca de txosnas y de lo que ello conlleva implícitamente; consumir, follar si surge la oportunidad y pasar la resaca o la gaupasa lo más dignamente posible. Se trata de un modelo adolescente, a menudo molesto para los propios habitantes y el ecosistema del pueblo y en el que las tradiciones locales y la participación real poco pintan. Con todo lo comentado, no parece que las txosnas estén dotadas de demasiadas virtudes, no obstante, resulta un error no reconocer la posibilidad, casi única, de tomar durante un período de tiempo un espacio público y recaudar dinero para algunos casos muy concretos de conflictos auténticos. Por lo demás, lo lamentable sería que la desaparición efectiva de las txosnas no supondría ninguna catástrofe para lo que queda de movimiento popular, por el contrario, cristalizaría en la desaparición testimonial de determinados simulacros políticos que apenas existen más allá de su marca de empresa y de una ficticia o incluso falsa oposición al sistema. Un ejercicio éste, el del cierre voluntario de un chiringuito político, que por falta de honradez no suele llevarse a la práctica, prefiriendo que la inercia haga ese agónico trabajo.

Jon Aguirre