El Jueves censurado!

El Agua tenía un precio

Como tantas leyes y noticias trascendentes y negativas para una mayoría social, el futuro encarecimiento del agua nos lo anuncian en verano, cuando todo el mundo libre tiene sus sentidos puestos sobre las rebajas, el ocio y las vacaciones...
En esta ocasión es el debate sobre el futuro del agua, en el que al parecer los burócratas de Bruselas ya han puesto fecha al futuro de nuestro bolsillo en lo tocante al precio del agua:
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¿Y quien duda del altísimo valor del agua dulce? Es absurdo ponerle precio, porque su precio es incalculable. Los ecologistas lo saben bien y llevan décadas denunciando los derroches y crimenes del supuesto desarrollo occidental con respecto al agua. Qué ridículo suena que ahora esta gentuza le vaya a poner una tarifa cuando siguen consintiendo esos crímenes de la contaminación y vertidos sobre el agua. Precisamente por su necesidad universal, pues NO HAY VIDA SI NO HAY AGUA, no debería tener precio, como el aire. Tan sólo el uso industrial debería estar obligado a pagar un precio acorde con el mal que generan a la población por cada gota contaminada con vertidos de todo tipo. Las agresiones al agua deberían tener calidad de crímenes contra la Humanidad y la vida en general. Que paguen las industrias, y con carácter retroactivo, todo el mal que han hecho hasta hoy. Y luego hablemos de un uso racional y eficiente a nivel doméstido, que también es, por supuesto que sí, necesario.
Hace algunos meses, desde el gobierno de ZP ya se nos dió alguna pista de hacia donde vamos, y la cosa parece ir muy en serio: la privatización y el encarecimiento de un bien universal y necesario como el agua... Se habla abiertamente desde la UE de la petrolización del agua como algo lógico y normal. Este debería ser el punto de inflexión de la rebeldía ciudadana y global contra el desorden del mercado y el neoliberalismo imperante. No debemos permitir que el mismo desorden que está generando el cambio climático y sus desastres medioambientales - entre ellos y de forma destacada la cada vez mayo escasez de agua dulce-encima nos cobren la factura de sus desmanes, cuando son las industrias de todo tipo los mayores consumidores, derrochadores y contaminadores del agua y los que están configurando un futuro muy cercano al imaginario planteado en producciones apocalípticas como Mad Max. Pero eso sí: la factura para nosotros, los ciudadanos de a pie. mientras esos burócratas seguirán incentivando la economía de mercado culpable de todo lo referente al agua.

El agua ya es fuente de conflictos, intra e internacionales. En algunos países del entorno del Lago Victoria ya es más barato beber refrescos enlatados que agua dulce. Y esto es sólo el principio.
Un día, y no tardando mucho, el agua, y la higiene por extensión, se van a convertir en un artículo de lujo al alcance de pocos bolsillos. Se distinguirá a los que puedan pagar o no la factura del agua por su característico olor corporal, de manera que las barreras de clase se podrán percibir por el sentido del olfato. Los que hoy dudan del análisis de clase como un método válido de análisis social en este matrix actual de las clases medias, podrán percibir por ellos mismos la amarga realidad de la lucha de clases por la nariz.
Quizá de esta manera la gente empiece a ver con otros ojos la presunta obsolescencia de algunos discursos que hace tiempo que denuncian y anticipan el futuro que nos está diseñando los burócratas de Bruselas y las clases sociales para las que legislan y trabajan, que no son precisamente las mayoritarias.

La Iglesia española, condenada



La Iglesia Católica españñola acaba de ser condenada por el encubrimiento a un párroco que llevó hasta sus últimas consecuencias aquello de "Dejad que los niños se acerquen a mí", haciendo una interpretación peculiar, depravada y metabíblica de las palabras de Cristo Jesús. Este cura estaba sin duda muy lejos de las sanas intenciones del galileo, un tipo carismático como pocos al que se le caería la cara de vergüenza si repasara las vidas de cada monaguillo inocente que, engañado con diabólicos argumentos, ha caído bajo - o sobre - la sotana de sus nuncios y delegados terrenales. No señores curas, no es para eso para lo que quería el Hijo del Hombre tener cerca a los niños. Ni tampoco para fundar escuelas privadas o concertadas, por cierto.
La que tanto predica sobre la dignidad de la familia y tanto calla ante cada mujer muerta por maltrato en el seno de esa institución fracasada llamada matrimonio, la que ocupa las calles contra la Ley de matrimonio homosexual, la docta en ciencia y bioética, la que se preocupa tanto por la libertad individual y el derecho a elegir frente a las agresiones del Estado ateizante de la Educación para la Ciudadanía, en fín, la que tanto polemiza con la sociedad laica sobre otros cientos de trascendentes asuntos que sin duda traían de cabeza a Jesucristo, el Espíritu santo y a todo el belén, como la unidad de España y sus actuales amenazas, ¿qué dirá ahora sobre la justicia terrenal y esta condena?
Nótese que era Rouco Varela (divino él en la foto, clon de Paco Clavel) el que dirigía el Arzobispado de Madrid durante los hechos. Si hay algo más vomitivo que un párroco pederasta, es el arzobispo que encubre los pecaminosos y depravados apetitos del primero. Lo que nunca sabremos es a cambio de qué Rouco protegía a un cura de sexualidad enferma y delictiva. La pregunta debiera tener respuesta, y una respuesta satisfactoria que nos hiciese comprender la actitud encubridora de Rouco. ¿Mandato divino? ¿Instrucciones papales? Quiza por altruismo o camaradería... la imaginación es libre, y Rouco delincuente de la peor estirpe.

House contra Moore

La serie de éxito House despide la temporada con un episodio en el que una pareja de cubanos “se juegan la vida” en una balsa para que el famoso doctor diagnostique la enfermedad que sufre la protagonista. Sicko es el último documental de Michael Moore, en el que cuenta, entre otros episodios, el mismo viaje, pero en sentido contrario (y en avión) que realizan una decena de trabajadores de los servicios de urgencias que participaron en las labores de rescate el 11-S para ser tratados por la sanidad cubana.
House es una serie de entretenimiento, de buena factura pero que, como todos esos productos, apenas refleja la realidad social de la atención médica en USA. Con lo cual se desaprovecha una magnifica oportunidad para que los telespectadores del resto del mundo se formen su propio criterio sobre los diferentes modelos sanitarios.
El referido capítulo se inicia con unas dramáticas imágenes del rescate de los dos cubanos que han naufragado en medio del océano. No hay más información del porqué los cubanos han cruzado el mar para que los trate el famoso (incluso en Cuba) Doctor House. Con toda seguridad muchos espectadores concluirán que el “dictador" Fidel Castro no les ha permitido salir “legalmente” de Cuba. Lo cierto es que los movimientos migratorios entre Cuba y USA no son diferentes a los de otros países del sur y del norte. A muchos senegaleses les gustaría volar en avión a España, pero este último país no les permite la entrada por medios “convencionales”, por lo que el único modo es (según el país de origen) la balsa, la patera o el kayuko.
Lo particular en el caso de la emigración ilegal con destino al imperio es que cuando las patrullas usamericanas de salvamento rescatan inmigrantes en el mar los repatrían de inmediato a su país de origen, salvo si quienes pisan el suelo de USA son cubanos, en cuyo caso, en virtud de la Ley de Ajuste Cubano, se los regulariza sin problemas y reciben múltiples ayudas públicas y de organizaciones contrarrevolucionarias. Pensemos por un momento qué ocurriría si España tuviera una ley similar para los marroquíes, senegaleses, argelinos... países sin democracia y con violaciones flagrantes de los derechos humanos.
Volviendo a House, al haber sido rescatados los inmigrantes en el mar y no haber desembarcado por sus propios medios en el continente, las autoridades migratorias usamericanas habrían deportado de inmediato a los protagonistas. Pero esto no ocurre en la serie, ni se contextualiza de ningún modo la entrada en USA. La siguiente escena ya se sitúa en la habitación de un lujoso hospital. Por supuesto, la pareja de cubanos no debe tener seguro médico ni son millonarios para pagar un tratamiento con cuatro médicos prestigiosos dedicados en cuerpo y alma al diagnóstico de la enfermedad que padece la paciente. No se nos dice cuál es el mecanismo por el que los protagonistas logran que los admitan en el hospital elegido por ellos. De no haber sido una situación de ficción, lo más probable es que la enferma hubiera muerto por falta de atención médica, como ocurre todos los días en el país más rico del mundo.
Es cierto, para descargo de los guionistas, que los doctores usamericanos reconocen en el capítulo el alto desarrollo de la medicina cubana y que el problema de diagnóstico en tierras cubanas no tendría que ver con la formación de los médicos cubanos, sino con la falta de equipamiento de última generación. House lo achaca a que es un país pobre, pero también podría haber mencionado que el bloqueo de su propio gobierno impide que la sanidad cubana tenga mejores herramientas para el cuidado de sus enfermos.
Hasta aquí la serie de ficción. La realidad está representada por el último documental de Michael Moore. Al cineasta no le gusta la crítica directa y fácil, sino que prefiere comparar las políticas de su país con otros similares, tal y como ya hizo en Bowling for Columbine a propósito de la tenencia de armas de fuego.
En este caso, Moore, compara la situación sanitaria de USA con Canadá, Francia y Cuba. Para demostrar cómo un país pequeño y sometido a bloqueo tiene mejor atención médica que el estado más poderoso del mundo, Michael Moore se desplazó a La Habana con diez personas que trabajaron en las labores de rescate del 11-S. Los tratamientos que necesitan estos obreros no los cubre su seguro médico y en Cuba gozaron de la atención que no habían recibido en su país de origen. No fue una acción “propagandística”, pues ni siquiera los peores enemigos de la revolución cubana pueden negar la ingente labor humanitaria que la isla realiza en todo el mundo gracias a su personal médico.
La respuesta del gobierno de Bush a la curación de sus trabajadores en La Habana no ha sido demostrar su gratitud, como dictan al menos las normas de la cortesía y la buena educación, sino declarar que Moore ha violado el embargo contra Cuba, perseguir penalmente a los pacientes y estudiar el posible secuestro del documental, lo que ha motivado su apresurado estreno y que el director envíe copias de su obra a otros países, fuera de la jurisdicción de Washington.
La serie House no se podrá ver en Cuba, pero no por “censura”, sino a causa del bloqueo usamericano. Sin duda a los cubanos les divertiría mucho la ingenua religiosidad de los protagonistas: basta con observar un billete de dólar, escuchar a su presidente o acudir a una clase de biología en una escuela en Utah para entender que la sociedad usamericana es mucho más supersticiosa que la cubana.
Las series de médicos triunfan en la televisión de USA y, por ende, en el resto del mundo, no son las más perniciosas que se producen en Hollywood pero si que producen perversos efectos secundarios. El primero, como hemos podido comprobar, es que la realidad no tiene mucho que ver con la ficción. El segundo es específico de la serie House, puesto que su protagonista y heroe es el típico doctor prepotente, con aureola de “buen médico”, al que se le admiten toda clase de vejaciones y esperas, a cambio de que tome nuestra salud en sus manos. Ese estereotipo existe y se vive todos los días en la sanidad española y mucho me temo que se vea reforzado con productos de ficción como House.

Carlos Martínez (miembro de Cubadebate y Rebelión)

Un verano caliente


Y no precisamente por el multicolor y plurisexual encuentro en Madrid este pasado fin de semana. Ni por las predicciones de los meteorólogos que anticipaban el verano más cálido de la Historia desde que hay mediciones.

Acabo de leer las noticias que suministran las agencias hoy, dos de julio de 2007, y este verano promete convertirse en el verano de las bombas.

Hoy, con la alargada sombra del atentado del 11-M y el final de sus juicios (al menos el real, el paralelo lleva camino de convertirse en una leyenda urbana de dimensiones históricas) como apropiado y caprichoso telón de fondo, leemos:

Más de seis muertos en Yemen por un atentado, otros siete en Afganistán, dos explosiones controladas en Glasgow, USA desestima un grave ataque inminente por parte de Al Qaeda, Irak ya ni siquiera es noticia...

Parece que ese ente abstracto que denominamos terrorismo internacional o Al Qaeda (o sus diseñadores) se hubiesen propuesto estresar al occidental medio con una campaña de bombas a las puertas de las vacaciones del mundo libre. Si Al Qaeda es un diseño político o no, es lo de menos. Lo preocupante y muy real es que la gente muere cada día a un lado y otro del choque de gilipolleces, y que un clima de miedo global como hacia el que caminamos al son alegre de spots de rebajas y agencias de viajes, asegura un futuro de sociedades llenas de borregos y retórica fascista capaz de llegar por las urnas.

Esta es la Nueva Era, el nuevo Orden Mundial, que nos prometieron durante la primera guerra del Golfo, un mundo mucho más seguro y acogedor, como podemos comprobar cada hora que pasa.

Por cierto, que escuchando al sustituto de Blair estos días nos damos cuenta de que la retórica de la guerra Fría regresa con fuerzas renovadas. No sabía si estaba parafraseando a Thatcher o al mismísimo Churchill cuando hablaba de la defensa del british way of life. ¿O era a Blair el Pacificador?

Pio Moa y la libertad sexual

... vía Escolar.net, leo el último ¿articulo? de ese tipejo llamado Pio Moa, ese supuesto historiador en el nauseabundo blog de Libertad Digital.

... entre otras lindezas que escupe el infecto: "... el problema surge cuando salen de la intimidad y pretenden dominar el espacio público. Cuando pretenden equiparar, incluso por ley, formas de sexualidad evidentemente taradas con las formas normales..."

... vuelve a una de sus mayores obsesiones (a saber: mujer, socialista y en el gobierno) : "...Una de las tiorras del gobierno, da lo mismo cual... forman una tropilla donde es difícil distinguir individualidades..."

... y para acabar hace una llamada a sus acólitos: "...a menudo la gente corriente, que ve estas grotescas manifestaciones y aportes teóricos como una ofensa intolerable, se queda paralizada ante la osadía y la desvergüenza de los putos y las putas, tan orgullosos de serlo y tan dueños de los medios de masas. Por eso es necesario un discurso claro y convincente de réplica, y las acciones correlativas, que frenen esta invasión de la basura..."

... no os perdáis los comentarios de los lectores de Moa, como ellos mismos, son auténtico desperdicio.

... de todas maneras puestos a bromear sobre homosexuales, prefiero al Gañán.