Aviso de que voy a contar ciertos detalles de Apocalypto, la última de Gibson, así que los maniáticos que no quieren que se les chafe una peli, que dejen de leer en este punto. Salí decepcionado del cine porque se está vendiendo la peli como una reconstrucción del imperio maya, y con esa ilusión de ver como era representada esa sociedad precolombina a golpe de dólar y en pantalla gigante, me fui una tarde invernal al cine…
Y comprobé que la ciudad maya que aparece en los carteles y en los trailers de promoción en los espacios de cine de las Tv’s es publicidad engañosa, pues de todo el metraje, deben aparecer unos 10 o 15 minutos de la ciudad en cuestión y de cómo vivían los mayas, ya que el resto de la peli no es más que una increíble cacería humana en la jungla, una especie de National Geographic donde el Ñeta acaba con los Latin Kings, atravesado de lado a lado por varios sitios y con armas blancas, como debe ser en este tipo de enfrentamientos entre latinos.
Por cierto, que hacemos la coña con el rollo “latino” pero este menda oyó en un telediario llamar latinos a los indios precolombinos (amerindios cuya herencia genética y migratoria tiene mucho que ver con Asia y nada con el Mediterráneo) refiriéndose precisamente a este estreno: hasta este punto está llegando la deseducación imperial en los media españoles. Llamar latino a un amerindio es bastante ofensivo y falto de tacto, como si refrotarles el V Centenario no hubiese sido bastante.
Y comprobé que la ciudad maya que aparece en los carteles y en los trailers de promoción en los espacios de cine de las Tv’s es publicidad engañosa, pues de todo el metraje, deben aparecer unos 10 o 15 minutos de la ciudad en cuestión y de cómo vivían los mayas, ya que el resto de la peli no es más que una increíble cacería humana en la jungla, una especie de National Geographic donde el Ñeta acaba con los Latin Kings, atravesado de lado a lado por varios sitios y con armas blancas, como debe ser en este tipo de enfrentamientos entre latinos.
Por cierto, que hacemos la coña con el rollo “latino” pero este menda oyó en un telediario llamar latinos a los indios precolombinos (amerindios cuya herencia genética y migratoria tiene mucho que ver con Asia y nada con el Mediterráneo) refiriéndose precisamente a este estreno: hasta este punto está llegando la deseducación imperial en los media españoles. Llamar latino a un amerindio es bastante ofensivo y falto de tacto, como si refrotarles el V Centenario no hubiese sido bastante.
El guión no pasará a la historia, salvo quizá por el record que supone que hay más textos en Acorralado, por decir algo (historia con la que tiene ciertos paralelos, por cierto). No falta la típica emoción de ir contrarreloj para salvar a unos seres queridos que aguardan el regreso del héroe, otro lugar común del cine comercial que se precie. Eso sí, todo con buena dosis de carreras vertiginosas entre el espeso follaje (ni un rasguño tú, y eso que llevan tremenda velocidad) y buena percusión animando el cotarro. La banda sonora está bien, pero me pregunto yo que hace un vocalista pakistaní (Nusrat Fateh) aderezando con toques sufíes las correrías de estos chicos del otro lado del charco. ¿No había intérpretes más adecuados, los indios Tabajara, Carlos Mejía Godoy, Los Tigres del Norte, Lila Downs, Molotov incluso, o algo más próximo al ambiente de la pelí? En fin, que viva el mestizaje.
Con respecto a la polémica por presentar a los mayas como una especie de psicópatas recién tuneados en el Tattoo Fight Club de las afueras de Tikal, pues qué quieres que te diga, creo que en aquellos tiempos lo que es la Convención de Ginebra y la Declaración Universal de los Derechos Humanos no eran documentos muy respetados; como ahora vaya. A ver si vamos a representar en el cine a los hunos de Atila, los romanos o los nazis como lo que fueron, auténticos depredadores, y no vamos a poder presentar a los mayas en alguno de sus aspectos más lúgubres, como era la práctica de las razzias hacia pueblos de menor entidad demográfica y militar o los sacrificios humanos. No hay razón para el escándalo, y un punto a favor de Mel es el empleo de una lengua autóctona y actores deconocidos en favor de un realismo que en algunos tramos de la peli hay que reconocer que sí está logrado.
Sobre el cultivo del gore por parte del australiano enloquecido… en su línea, aunque una secuencia en la que una sien es la entera protagonista se lleva la palma, joder que momento más sublime del gorismo.
Y llegamos al error cronológico garrafal que echa a perder toda la peli: al final aparecen los españoles en una puesta en escena al más puro estilo estampa de la enciclopedia Álvarez que todo aquel que haya pasado por la escuela nacionalcatólica identificará perfectamente (es que me estoy leyendo El Florido Pensil y me dio la sensación de que Gibson también), pues no falta ni el sacerdote en la barquichuela a punto de pegar unas varicelas a los pobres indios… todo ocurre un ratico después de un eclipse total de sol que transcurre en… ¡2 minutos!!! En fin, que se les acumulaban los prodigios a estas gentes. Amigo Mel, los españoles se toparon con los aztecas, los mayas llevaban dispersos y semiolvidados por el Yucatán y el itsmo de Panamá desde el año 900 y pico…
Y ese final… tan visto ya en otras películas y con una lectura tan ambigua, viniendo de la atormentada mente de un católico fundamentalista como Gibson, dejó un poso inquietante en un espíritu laico y alterglobalizador como el mío… Parece que Gibson ha dejado caer así como de soslayo la vieja cantinela imperialista de que mire Vd, a estas gentes les trajimos un nuevo comienzo con la cruz y el Evangelio y acabamos con sus salvajes prácticas, trayendo un poquito de cordura y relajación de costumbres frente a su manía de sacrificar personas y cultilvar la indolencia y el nudismo, con lo necesarias que son las almas en las minas de oro y plata de Potosí, hombre…
¿Qué intenciones lleva Gibson con esta peli? Si lo que buscaba Gibson era trazar algún paralelismo entre los derroteros de nuestra sociedad occidental y la todopoderosa sociedad maya en declive a modo de moraleja, recomiendo una peli mucho más explícita a la hora de trazar paralelismos sobre el desastre ecológico y la locura de una sociedad embebida, una peli más respetuosa con la historia y ambientada no demasiado lejos de allí: Rapa-Nui, el “ombligo del mundo”, (no es de argentinos aunque el título indique lo contrario). Que sí, también viene cargadita de lugares comunes, pero hoy en día, es complicado encontrar algo original.
Con respecto a la polémica por presentar a los mayas como una especie de psicópatas recién tuneados en el Tattoo Fight Club de las afueras de Tikal, pues qué quieres que te diga, creo que en aquellos tiempos lo que es la Convención de Ginebra y la Declaración Universal de los Derechos Humanos no eran documentos muy respetados; como ahora vaya. A ver si vamos a representar en el cine a los hunos de Atila, los romanos o los nazis como lo que fueron, auténticos depredadores, y no vamos a poder presentar a los mayas en alguno de sus aspectos más lúgubres, como era la práctica de las razzias hacia pueblos de menor entidad demográfica y militar o los sacrificios humanos. No hay razón para el escándalo, y un punto a favor de Mel es el empleo de una lengua autóctona y actores deconocidos en favor de un realismo que en algunos tramos de la peli hay que reconocer que sí está logrado.
Sobre el cultivo del gore por parte del australiano enloquecido… en su línea, aunque una secuencia en la que una sien es la entera protagonista se lleva la palma, joder que momento más sublime del gorismo.
Y llegamos al error cronológico garrafal que echa a perder toda la peli: al final aparecen los españoles en una puesta en escena al más puro estilo estampa de la enciclopedia Álvarez que todo aquel que haya pasado por la escuela nacionalcatólica identificará perfectamente (es que me estoy leyendo El Florido Pensil y me dio la sensación de que Gibson también), pues no falta ni el sacerdote en la barquichuela a punto de pegar unas varicelas a los pobres indios… todo ocurre un ratico después de un eclipse total de sol que transcurre en… ¡2 minutos!!! En fin, que se les acumulaban los prodigios a estas gentes. Amigo Mel, los españoles se toparon con los aztecas, los mayas llevaban dispersos y semiolvidados por el Yucatán y el itsmo de Panamá desde el año 900 y pico…
Y ese final… tan visto ya en otras películas y con una lectura tan ambigua, viniendo de la atormentada mente de un católico fundamentalista como Gibson, dejó un poso inquietante en un espíritu laico y alterglobalizador como el mío… Parece que Gibson ha dejado caer así como de soslayo la vieja cantinela imperialista de que mire Vd, a estas gentes les trajimos un nuevo comienzo con la cruz y el Evangelio y acabamos con sus salvajes prácticas, trayendo un poquito de cordura y relajación de costumbres frente a su manía de sacrificar personas y cultilvar la indolencia y el nudismo, con lo necesarias que son las almas en las minas de oro y plata de Potosí, hombre…
¿Qué intenciones lleva Gibson con esta peli? Si lo que buscaba Gibson era trazar algún paralelismo entre los derroteros de nuestra sociedad occidental y la todopoderosa sociedad maya en declive a modo de moraleja, recomiendo una peli mucho más explícita a la hora de trazar paralelismos sobre el desastre ecológico y la locura de una sociedad embebida, una peli más respetuosa con la historia y ambientada no demasiado lejos de allí: Rapa-Nui, el “ombligo del mundo”, (no es de argentinos aunque el título indique lo contrario). Que sí, también viene cargadita de lugares comunes, pero hoy en día, es complicado encontrar algo original.
Se me olvidaba: en Rapa-Nui, el conflicto de clases es más que evidente, es el motor de la película, si no la habeis visto, ya tardais.
ResponderEliminarYo tb fui a ver Apocalipto, no tengo mucho q añadir a lo dicho por Rafa, quizás que no deja de merecer la pena verla por cuanto es la primera pelicula (al menos q yo conozca) que propone -solo propone- reproducir la vida de estos pueblos amerindios (Rafa ha puesto el nivel en terminologia muy alto). Otro fallo de nivel es que por lo que se sabe la relación entre los diferentes pueblos dominados por el Imperio Maya y los propios mayas no era ese tipo de razias que mas se asemejan a las incursiones de esclavistas en la cuenca del niger que lo que era una relación mucho más fluida y con rasgos de vasallaje, era un domino continuado en el tiempo y no esto que nos propone Mel. No deja de sorprender que ninguno de los dos pueblos habian visto nunca a los Mayas estando la ciudad Maya a unas cuantas horas a pie de donde ellos llevaban cazando toda la vida y con quienes además se comunicaban en el mismo idioma. De este tipo de errores: bien historicos, bien de lógica, la peli esta llena. Lo de los españoles, sinceramente, no se que buscaba MEL -Pepe Mel- pues no aporta nada a la peli y la deja por lo suelos del rigor hco.
ResponderEliminarLa civilización maya se extendió por el sur de Yucatán, parte de Guatemala y Honduras, entre no se si exactamente los siglos III y XV.
ResponderEliminarLos mayas No constituían un estado unificado, sino que se organizaban en varias ciudades-estado independientes entre si que controlaban un territorio más o menos amplio. Tampoco hablaban una única lengua.
Bueno, eso fue una pequeña introducción acerca de Los Mayas acá en México, en cuanto a la película de Gibson exageró en tantas cosas, se equivocó en cuanto a la historia, la forma de vida de como era la relación entre mayas y no mayas, hubiese estudiado antes la historia de Los Mayas en México, le faltaron varias clases, pero bueno, a lo que voy, Los Mayas, considerados una de las culturas que dieron más frutos a lo que hoy llamamos "civilización", no se mataban entre sí, ni eran perseguidos por otro grupo o comunidad indígena, como se le llama aquí en México, tal vez las únicas cosas ciertas eran en la forma de cazar y los sacrificios que se hacían de personas para que lloviera o fuera bien en las cosechas, pero las personas no eran obligadas a ser sacrificadas, más bien ellos mismos se ofrecían a serlo, ya que después eran considerados como dioses.
Según el pensamiento maya, los ritos eran imprescindibles para garantizar el funcionamiento del universo, el devenir del tiempo, el paso de las estaciones, el crecimiento del maíz, y la vida de los seres humanos. Los sacrificios eran necesarios para asegurar la existencia de los dioses, reponiendo su consumo periódico de bioenergía.
Otro tema, la esclavitud, si, si existía la esclavitud se supone que esos esclavos serían la mano de obra para la construcción de las pirámides colosales, pero ayudados por los campesinos, no eran vendidos, como lo hacen en la película, ni eran tratados de esa manera tan ruin, si bien eran esclavos, pero no vivían como tal, recibían alimentos y protección.
Y bien, creo que Gibson se equivocó en tantas, pero tantas cosas, que es por eso que m´s de un crítico recomenadaba la película como un "churro", acá en México significa que no vale la pena ir a verla.
Saludos desde México, desde el noroeste del país, Sinaloa...
Gracias Sol por tus ricos aportes desde el otro lado del océano. La verdad es que en Occidente se ignora bastante la historia precolombina y se mezclan muchas cosas, y lo cierto es que parece ser que fueron los aztecas los que eran + violentos con sus vecinos y no los mayas. Hernán Cortés no tuvo demasiados problemas para encontrar aliados para enfrentarse a Moctezuma, al parecer.
ResponderEliminarLa civilización maya es una de las más sublimes y avanzadas de las que han pisado este planeta. Decían en la TV no hace mucho que han dejado bastantes + restos arqueológico sque los romanos, pero que están sepultados por las selvas. El pasado de Centroamérica sigue siendo un gran misterio en general.