HASTA SIEMPRE JUAN ANTONIO


Hoy este planeta, este pequeño rincón azul y verde del Universo, es un lugar más frío, chiquito y solitario. Juan Antonio se ha marchado demasiado pronto, y con él una época, una forma de interpretar el arte de hacer radio. Porque La Rosa de los Vientos es un fenómeno sociológico que habrá que estudiar seriamente algún día. Y es un fenómeno porque ese programa exudaba por todos sus poros cariño, fidelidad y pasión, humor e información en estado puro, erudicción sin pretensiones, con sencillez y humildad, con la única ambición de entretener y legar conocimientos. Y vaya si lo conseguía. Cada noche sabía cómo ganar nuestras mentes y nuestros corazones, con su recetario de dulzura y optimismo, sabiduría y afán por compartir. Con un rosario de inquietudes y disciplinas dignas de una mente del Renacimiento, allí cabía de casi todo. Un ejército bien adiestrado de colaboradores terminaba de modelar y enriquecer lo que su mente trataba de dignificar, porque se trataba del Conocimiento en toda su extensión. Un cúmulo de conocimientos que giraba en torno a la condición humana, su mayor pasión, porque Juan Antonio era sobre todas las cosas un buen humano. Un humano muy humanista. Por eso lo queremos tanto y por eso lo vamos a extrañar ya de por vida. Era la fuerza de gravedad de un sistema solar llamado La Rosa de los Vientos. Todos gravitábamos a su alrededor, y de repente el Sol se ha apagado.Nos queda el consuelo de que su memoria, como la de Aquiles y otros héroes míticos, jamás se perderá, porque legiones de rosaventeros nos reuniremos con nuestros clanes alrededor del fuego, de la luz antigua y cálida de la hoguera, a contar historias como siempre hicieron nuestros ancestros, de los que tanto le gustaba hablar. Ya forma parte de la Historia y el mito, como dijo Callejo, donde para muchos tendrá un lugar privilegiado. Y a diferencia de muchos de los personajes de los que habló, pasa a nuestra Historia sin haber derramado una gota de sangre... tan sólo nuestras lágrimas.
A los supervivientes, colaboradores y oyentes, huérfanos todos, nos queda mucho por hacer. Él hubiese querido una retirada ordenada, recomponer las filas y seguir la lucha por esa causa - porque siempre ha sido una causa - llamada La Rosa de los Vientos. Faltará una voz insustituible, pero con el aliento de todos, codo con codo, hay que mirar adelante y seguir escrutando los horizontes de nuestra especie como él lo hacía. Hay que reconstruir este sistema y dibujar con nuestro paso las sendas que nos lleven a nuestro mundo azul y verde.
A Juan Antonio y todos sus colaboradores, gracias eternas por ser y estar, por regalarnos su visión, su oficio y su humanidad.
A los rosaventeros, un abrazo solidario muy fuerte y sentido.
A Silvia y Alejandro, la promesa de recordar para siempre; Juan Antonio vive inevitablemente en nuestras mentes y nuestros corazones.
A todos, FUERZA Y HONOR

4 comentarios:

  1. Su apuesta por la cultura y el respeto en los tiempos del periodismo basura (del corazón, deportivo, o informativo)lo convierten en el último romántico, un periodista clásico que será dificil de sustituir.
    Le echaremos de menos.
    Fuerza y Honor

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  2. bueno tampoco exageremos , no?; que la rosa de los vientos era un conjunto de historietas repetidad una y otra vez sin escrupulo, y en cuanto al rigor hsitorico y el contenido sensacionalista de las mismas se semejaba al amigo Iker.

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  3. Su programa no era de Historia. Me vale con que haya despertado interés por la Historia en muchísima gente, aunque ya dijimos en antena que no estábamos de acuerdo con su enfoque de la materia. Que no estemos acuerdo con él no implica que se haya perdido uno de los mejores comunicadores de este país, y una buena persona muy joven.
    El sensacionalismo ikeriano está muy alejado de La Rosa de los Vientos.

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  4. Yo he de reconocer que no he oído nunca un capítulo suyo sobre Historia, aunque por lo que comentasteís el otro dia en la radio oido tampoco creo que me hubiera interesado excesivamente. Para mí será el acompañante de Sombrita.

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