LA COPE Y LA CULTURA PERDIDA DEL PRIMER FRANQUISMO


Nuestro título de hoy parece la cuarta entrega de Indiana Jones. Pero es simplemente la mejor definición de la media horita de radio que esta mañana se han despachado en un amistoso mano a mano, don Federico y don Pío, no un obispo, sino Moa.
Se hablaba de "Los años de hierro. España en la posguerra, 1939-1945", la última fechoría perpetrada por el inagotable Pío Moa, el historiador de cabecera del PP y los neofranquistas.
Ha sido un momento de radio de lo más instructivo para entender la lógica aplastante de la extrema derecha y su neolengua, en la que, por ejemplo, los historiadores académicos, profesionales y seguidores del método científico (es decir, acudir a fuentes primarias en lugar de reproducir sin pudor la vasta producción pseudohistórica que justificó la dictadura y sus crímenes) son calificados sin rubor alguno como "los chequistas".
Otro aspecto interesante para ver cómo funciona la mente criminal del neofranquista, es el tratamiento de las cifras de muertos por la represión franquista. Rebajada por Moa a la mínima expresión, unos 25.000 fusilados, es decir, las cifras que el militar e historiador Ramón Salas Larrazábal dejó para la posteridad en unos estudios de hace algunas décadas, ampliamente superados por los más recientes estudios, sobre todo los basados en la historia local o la arqueología forense. Pero para esta jauría franquista esos estudios más recientes sólo son propaganda chequista (los "chequistas hablan ya de entre 75.000 y 125.000 fusilados tras la guerra).
No contentos con ese rebaje de cifras, como si eso hiciese menos siniestro y asesino al periodo analizado, entramos en el terreno del matiz en el que veladamente se ha hecho esta mañana apología de la pena de muerte en la emisora sotanil. Ha dicho Moa esta mañana que no se puede negar y se debe lamentar, que murieron inocentes entre esos 25.000, "pero" tambien murieron muchos esbirros del rojerío chequista, criminales de guerra. Ese "pero", ese matiz, ¿no es la admisión de que algunos muertos, estaban bien muertos, recibiendo su merecido? ¿No es esto una justificación de la pena de muerte? Recordemos que gran parte de ellos eran culpables del terrible crimen de simpatizar con las ideologías de izquierda.
Sigamos. El exilio. Moa distingue con buen criterio los huidos del terror rojo de los huidos tras el desenlace fatal de la guerra a favor del fascismo y las sotanas. Efectivamente no eran lo mismo ni los mismos. Pero para Moa los que se fueron tras abril del 39 no eran "los mejores". Eran peores españoles. Los mejores se quedaron. Otra vez la derecha categorizando y dividiendo a los españoles, pero luego es la Ley de Memoria Histórica, pacata y tardía para cualquier demócrata y cualquier persona que entiende lo que cuesta la lucha por la libertad y la democracia, la que divide.
¿Otras falacias? Se ha hablado del surgimiento de la novela de kiosco en ese período, como reflejo de una vitalidad extrema de la cultura española en la posguerra. Hombre, la novela de kiosco existía antes de la guerra, y gozaba de muy buena salud durante la república, habiendo incluso novelas dirigidas a los distintos espectros ideológicos que convivieron durante ese período. De la novela de kiosco se ha pasado a hablar del surgimiento del tebeo y otras manifestaciones de la cultura popular de esa dura posguerra.
Se ha hablado de una España feliz, la inmensa mayoría, ya que los infelices eran unos pocos, los perdedores chequistas que huyeron robando todo lo que pudieron. De nuevo un tópico franquista de gran arraigo, el del rojo ladrón, que no viene sino a tapar el robo legalizado por Franco, empezando por su propia familia, que aún no ha dado cuentas de su saqueo. Como si no hubiese memoria en este país del saqueo y las humillaciones de los vencedores hacia el patrimonio de los vencidos. En algunos casos, hasta las sábanas de los "rojos" robaron con total impunidad, en especial los desarrapados falangistas en el mundo rural, aprovechando su posición de vencedores y mamporreros asesinos del fascismo gobernante.
Nos ha contado don Pío que fue casi "un milagro" la no entrada de España en la guerra mundial del 39-45. En la historia, amigo, no hay lugar para los milagros, por más que el clero se empeñe. Los que leemos a los "chequistas", y a los no tan chequistas, ya sabemos bien por qué no entramos en aquella guerra, y maldita la hora en la que no lo hicimos, porque hoy no estaríamos hablando de cuarenta años de asfixia clerical-fascista.
Eso es lo que les molesta de la libertad a neofranquistas y curas: que por fin en este país se pueda saber de los crímenes qua ampararon el yugo y el palio, poco a poco, con un retraso notable, desde los 70 hasta ahora, con 60 años de retraso (desde 1945) con respecto a Europa. Por eso necesitan editar basura como la de Moa: hay quien necesita releer y escuchar sus propias mentiras en boca de otro para dormir tranquilo, como si las mentiras, en bocas de terceros, en lujosas ediciones con fecha de 2007, fuesen menos mentiras. Eso sí sería un milagro.

2 comentarios:

  1. ante todo rafa agradecerte este post porque no pude escuchar tan magnífica entrevista. Lo más penoso del tema es que se vanaglorian de lo que venden (que debe ser verdad) y de lo que venden "los historiadores rojos", o sea que la Hª ya se evalua también por nivel de ventas.

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  2. Ahi tenemos una vez más a los David Irwing y David Duke (ya les gustaría) locales, amparados por la ley, el mercado y la iglesia. Puestos a clasificar, ellos tambien están en su categoría... vamos ya se ponen en su sitio ellos solos.
    La entrada de la Wikipedia sobre revisionismo histórico ahi los tiene y la lista de superventas del Corte Inglés (junto a Arguiñano, Txema Aznar...) Curiosamente Pio Moa comparte editor, Javier Ruiz Portella (http://altera.net/) con el Padre Apeles, ¡qué nivel Maribel!

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