"El Partido" era una expresión que interesaba, sobre todo al "partido", en cuanto que parecía monopolizar la lucha antifranquista y le daba un aire de omnipresencia que jamás refrendarían después las urnas.
Estoy empachado de oir hablar de "El Muro". Empachado de hipocresía liberal. "El Muro" ("De gual" para anglófonos y culturetas) es otra expresión interesada. Y es que un enfermo se siente menos enfermo si mira la foto de un cadaver o de alguien mucho más grave. Y esto es lo que nos ha preparado el liberalismo fracasado y sus voceros estos días. Hay regocijo y celebraciones por doquier, hay conciertos, performances, reportajes, dvds gratis, documentales y una larga lista de expertos, historiadores de la talla de Angels Barceló o Carles Francino, explicando al vulgo todo lo que hay que saber sobre esta fecha. Y hay un síndrome similar al de "los grises", al menos entre los líderes liberales, como Merkel o Sarkozy. Resulta ahora que la Internacional Liberal estaba en pleno empujando "El Muro". Esperanza Aguirre debía estar por allí, y se cuenta que Aznar estaba aprendiendo polaco y alemán en un Erasmus en Berlín, y fue el primer español en arrancar unos ladrillos con su musculado trasero.
Sonará a tópico, pero no por eso es menos real: más valdría trabajar para derribar muros como el de la enfermedad, la pobreza o el hambre, por no hablar del muro norteamericano con México, el de Israel con Palestina o el Estrecho y su tributo cotidiano de inmigrantes desesperados. No creo que Obama o los judíos se atrevan a hablar de muros con mucha alegría, así como Zp y su última ley antinmigracion.
En cuanto al fin del comunismo, se dice que es llamativo que nadie, ni servicios secretos ni kremlinnólogos del mundo libre, pronosticase aquel acontecimiento. Sentimos aguar la fiesta, pero el colapso, la implosión del sistema de partido y burocracia, ya lo anticiparon los trotskistas, encabezados por el sabio comunista en el exilio.
Estoy empachado de oir hablar de "El Muro". Empachado de hipocresía liberal. "El Muro" ("De gual" para anglófonos y culturetas) es otra expresión interesada. Y es que un enfermo se siente menos enfermo si mira la foto de un cadaver o de alguien mucho más grave. Y esto es lo que nos ha preparado el liberalismo fracasado y sus voceros estos días. Hay regocijo y celebraciones por doquier, hay conciertos, performances, reportajes, dvds gratis, documentales y una larga lista de expertos, historiadores de la talla de Angels Barceló o Carles Francino, explicando al vulgo todo lo que hay que saber sobre esta fecha. Y hay un síndrome similar al de "los grises", al menos entre los líderes liberales, como Merkel o Sarkozy. Resulta ahora que la Internacional Liberal estaba en pleno empujando "El Muro". Esperanza Aguirre debía estar por allí, y se cuenta que Aznar estaba aprendiendo polaco y alemán en un Erasmus en Berlín, y fue el primer español en arrancar unos ladrillos con su musculado trasero.
Sonará a tópico, pero no por eso es menos real: más valdría trabajar para derribar muros como el de la enfermedad, la pobreza o el hambre, por no hablar del muro norteamericano con México, el de Israel con Palestina o el Estrecho y su tributo cotidiano de inmigrantes desesperados. No creo que Obama o los judíos se atrevan a hablar de muros con mucha alegría, así como Zp y su última ley antinmigracion.
En cuanto al fin del comunismo, se dice que es llamativo que nadie, ni servicios secretos ni kremlinnólogos del mundo libre, pronosticase aquel acontecimiento. Sentimos aguar la fiesta, pero el colapso, la implosión del sistema de partido y burocracia, ya lo anticiparon los trotskistas, encabezados por el sabio comunista en el exilio.
Añadiría que estos días hubiese un poco de respeto y un sentido homenaje hacia la clase trabajadora del otro lado del Muro de Berlín, a la que tanto le debe el trabajador occidental. Su sacrificio histórico, el haber vivido un experimento fracasado de supuesta liberación que acabó en férrea dictadura paternalista, fue la única razón por la que las elites supervivientes como ratas al desastre de la Segunda Guerra Mundial, abrieron un poco sus garras para repartir algunas migajas en eso que se llamó el Estado Providencia. El temor al contagio comunista de beneficios sociales para las clases trabajadoras, hizo que el capitalismo cediese en demandas irrenunciables de los obreros que aún tenían la sangre de sus camaradas en sus puños partisanos, cuando aún humeaban las cenizas de la vieja Europa del Holocausto y la barbarie capitalista. Pacto social que murió el mismo día que cayó el Muro. Al día siguiente empezaría a cuestionarse el alargamiento innecesario del sainete de la sociedad del bienestar y hoy se sigue desmontando el chiringuito. Por eso la música y los titiriteros globales, porque sí es bien cierto que algunos tienen mucho que celebrar en este aniversario. Hoy, un planeta sumido en diversas crisis y al borde del colapso ecológico, saborea las mieles de la utopía del mercado.
20 años ya. Celebramos aquí que un muro divisorio cayera derribado por personas, por los pueblos de uno y otro lado. Ójala lo volvamos a ver, imagino un leve temblequeo en los ideólogos de los muros de hoy ante esa posibilidad.
20 años ya. Celebramos aquí que un muro divisorio cayera derribado por personas, por los pueblos de uno y otro lado. Ójala lo volvamos a ver, imagino un leve temblequeo en los ideólogos de los muros de hoy ante esa posibilidad.
Y larga vida al Socialismo en libertad.
Muy buena entrada Rafa, es divertido ver y escuchar estos fascículos de "Aprende Historia en 5 minutos" que nos ofrecen los medios, hace nada, el desinformativo de la Sexta decía que era la "Economía de Mercado" la que había derribado el muro y con él la "economía comunista", jeje, otra muy buena, y repetida en varios medios, es lo de preguntarse por si tiene sentido el comunismo hoy, jeje, yo lo he escuchado en varios sitios, en la ventana se lo han preguntado a Carrillo, el infumable Francino también se lo preguntaba a los tertulianos, no sin antes dar l respuesta él mismo (así es el periodismo de Carles). yo más bien me pregunto si tiene sentido el capitalismo hoy en día.
ResponderEliminarya se lo han creido y todo:
ResponderEliminar¡YA NO HAY ESCLAVITUD!
¡QUÉ MUNDO TAN FELIZ!
Gracias JL, a ver si me voy animando. Yo también me pregunto qué sentido tiene el capitalismo en la actualidad. Lo bueno es que cada día que pasa somos más personas las que nos hacemos la pregunta. Para Francino con lo que cobra por largar obviedades e ideas políticamente correctas, imagino que tiene mucho sentido. Hay mucha gente para la que el capitalismo está lleno de sentido. Lo jodido es cuando lo defienden idiotas que viven exclusivamente de su puesto de trabajo asalariado.
ResponderEliminarAquellos ogros comunistas dejaron que se desmantelara su sistema sin derramar sangre, ojala todas las caídas sean tan límpias.
ResponderEliminarPues sí, no me imagino a las elites capitalistas entregando el poder pacíficamente a los ciudadanos si un día una mayoría de éstos decide que el capitalismo no mola... Anda! Pero qué digo! si eso ya pasó en los años 20 del siglo XX en Europa y el periodo de entreguerras vió florecer dictaduras y fascismo hasta debajo de las piedras!!!
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