REPENSANDO LA DEMOCRACIA, AMÉN.

En plenas navidades, la horda católico-viejuna lo ha vuelto a hacer, animada por las ridículas y obsoletas sotanas. Ha vuelto a okupar las calles de Madrid una vez más, esta vez en defensa de la familia cristiana. Y el que okupa, siempre se ha dicho, preocupa. Y le preocupa al PSOE, que ha salido a contestar de manera oficial el discurso apocalíptico de Rouco Varela el encubre-pederastas y su curia parásita.

Menudo error. La indiferencia ante este esperpéntico acto de afirmación nacionalcatólica hubiera sido la jugada más inteligente, pues la capacidad de la curia hispana para la manipulación es ilimitada y amoral. Ahí tenemos la COPE como claro ejemplo. Para muchos cientos de miles de españoles que se consideran católicos sin saber (ni preocuparse) siquiera de veras en qué consiste su credo (una católica afirmaba en Tele 5 en prime time que cualquiera puede irse de la Iglesia si le place, ignorando las trabas y trampas de la curia a los apóstatas), la imagen que quedará para una mayoría es la de una iglesia en ejercicio de su derecho a la manifestación y la libertad de expresión atacada por un gabinete de rojos radicales. Era lo que buscaba la Iglesia con su provocación, y lo ha conseguido. Y el PP juega en este sainete un papel moderador a favor del "débil", el atacado en sus derechos democráticos por un gobierno pseudobolchevique, materialista, anticlerical, abortista, amigo de gais, tiranos del Caribe y separatistas, de manera que a unas pocas semanas de las elecciones generales, éste y otros actos serán recordados para orientar el voto católico, que sigue existiendo en España, y que no siempre ha favorecido al PP. Ahí está Bono y lo que representa para ejemplificar lo que decimos. Y el PP debe exprimir hasta el último voto, como si de febrero del 36 se tratase.

En favor del PSOE admitiremos que es francamente dificil contenerse ante determinadas expresiones del estamento clerical, que sigue reivindicando de manera insultante una felizmente superada concepción de la democracia: la orgánica. No hay error ni confusión. El concepto de democracia que defienden las sotanas, vinculando por ciencia infusa -como todo en la religión- a la familia hetero con la supervivencia de la democracia, es una provocación que exuda franquismo y corporativismo fascista por todos los poros. Además, con la violencia de género en plena escalada, miles de mujeres pueden sentirse, o deberían, profundamente humilladas ante esas expresiones. Para ellas la "fiesta" de la familia tiene más que ver con la concepción siciliana de la familia que con la cristiana, y debe ser muy duro oir a un sujeto enfundado en una sotana y encubridor de pederastas que jamás ha conocido mujer (en el caso de Rouco lo creo posible) categorizando sobre familia y derechos humanos.

Pero claro, sólo la gente que sabe qué era ese engendro de la democracia orgánica (familia, municipio, sindicato) habrá pillado el guiño. Para la mayoría todo quedará en el inocente ejercicio de la libertad de expresión, arropados por cientos de miles de fieles y atacados por el verbo radical de los dirigentes socialistas.

El pulso entre laicismo e integrismo sigue muy vivo, quien lo iba a decir hace unos años, y debemos vigilar de cerca los pasos de nuestros taliban, pero con inteligencia y humor a ser posible. Por ejemplo, considerar la pasada fiesta de la familia como una reunión de monologuistas frustrados, que es lo que son los curas, hubiera sido más inteligente y ajustado a la realidad que el pomposo comunicado de hoy. Porque lo dicho por la curia no aguanta el más análisis más superficial. No resistimos la tentación de trascribir algunas de la palabras pronunciadas y sus autores:

"El ordenamiento jurídico ha dado marcha atrás respecto a lo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las NNUU reconocía y establecía: que la familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser protegida por la sociedad y el Estado". Antonio Mª Rouco Varela.

"La cultura del laicismo radical es un fraude y un engaño, no construye nada, solo desesperanza por el camino del aborto y del divorcio exprés". Cardenal Agustín García-Gasco, arzobispo de Valencia.

El que cree que ampliando los derechos de los demás está viendo peligrar los suyos, tiene un problema con el verdadero significado de la democracia, eso ha quedado muy claro.

Y no faltó representación de la iglesia aragonesa, ya que los obispos de Tarazona, Zaragoza y Huesca estuvieron presentes en esta lúgubre "fiesta" a la que acudieron además movimientos cristianos como Comunión y Liberación, Camino Neocatecumenal, la Comunidad de S. Egidio o el Movimiento de los Focolares. Parecen grupos de rock cristiano, pero nada más lejos. No estuvo el Tato, pero sí el papa Ratzinger, un jefe de Estado que se considera legitimado para condenar las fórmulas de convivencia de que se dota un país soberanamente.

Lo decíamos en otro lugar, la iglesia española está nerviosa, y cuando se pone nerviosa, hay que tenerla en cuenta, pues vivimos en un país con un notable retraso cultural y político del que se aprovecha, siempre lo ha hecho, la derecha estructural. Muchos ignorantes y fanáticos creen las mentiras de los histéricos curas, que afrontan el declive de su fe a nivel mundial en favor de otras confesiones como el protestantismo o el islam, por no hablar del budismo. En España la situación es especialmente delicada: está asustados ante la falta de vocaciones. Veremos lo que pasa de aquí en adelante.