Dijimos en su día que la provocación de la Conferencia Episcopal (CE) contra el desarrollo de la sociedad española, oponiéndose a todos los avances sociales de la última legislatura sigue dando frutos, y que buscaban un objetivo muy claro que era el de aparecer ante la gente como una
entidad indefensa y atacada vilmente.
Estos días hemos visto cómo han dado una nueva vuelta de tuerca sobre este asunto, categorizando también sobre política antiterrorista, además de los ya clásicos ataques a las políticas de divorcio, aborto y educación ya atacados por la curia el fin de año pasado con grandilocuentes embustes como el retroceso de los derechos humanos en España y el próximo fin de la familia y, por ende, de la democracia.
Desde sus lúgubres y tristes sotanas, con apariencia indefensa tras sus gafas, todos los miembros de ese anacrónico y obsoleto club represor, el jueves pasado lanzaron una nueva provocación que fue de nuevo torpemente amplificada desde los medios afines al gobierno y al laicismo.
Precisamente eso es lo que andaban buscando, para acomodarse de nuevo en el papel histórico que tan bien saben interpretar cuando entran en crisis: el papel de víctima. Desde su lógica, ellos tan sólo hacen uso de la libertad de expresión y somos los que no compartimos sus ideas quienes les atacamos y perseguimos. Vamos, que sólo nos falta sacar a los leones y atar a los cristianos en postes ante el sádico griterío de la antiespaña para ver si los felinos entrenados por diabólicos bolcheviques ateos devoran antes a los ancianos de la Conferencia o a los jóvenes neocatecumenales. Se sienten pereseguidos cuando realmente no lo están.
Este sentimiento, en términos médicos, se denomina
PARANOIA. Según esta definición hiperviculada, "paranoia es un término
psiquiátrico que describe un estado de salud mental caracterizado por la presencia de delirios autorreferentes.
Más específicamente, puede referirse a un tipo de sensaciones acuciantes, como la de estar siendo perseguido por fuerzas incontrolables (
manía persecutoria), o ser el elegido para una alta misión, como la de salvar al mundo."
¿Y que són los curas, obispos y demás jauría integrista sino los detentadores de la franquicia exclusiva para salvar almas?
Todo este embuste de la persecución anticristiana es creído por no pocos españoles sofronizados con tanto episcópeo rumor y tanto mantra con rosarios y novenas, y su voz es trasladada a los españoles menos implicados en la vida y agonía de la Iglesia, pero que se sienten católicos porque de nada más han oído hablar en su entorno, ninguna opción religiosa alternativa. Para eso se expulsó a judíos y moriscos españoles y se persiguió el naciente protestantismo en el siglo XVI. Muchos de esos españoles a los que intentan repuperar para su paranide delirio votan al PP y al PSOE y se sienten católicos.
Sinceramente, sus soflamas no resisten el análisis más superficial. Así es casi todo el argumentario de la derecha religiosa.
Critican la negociación con terroristas, cuando las implicaciones de las curias irlandesa y vasca han supuesto en gran medida el soporte logístico-espiritual de los dós últimos grupos terroristas cristiano-católicos de Europa, IRA y ETA, y en parte corresponsables de la larga vida y apoyos sociales de estos grupos violentos. Catolicismo, fanatismo nacionalista y pistolas en una misma bancada.
Hablan de libertad de conciencia frente al terror totalitario de la Educación para la Ciudadanía, cuando han sido ellos los que asfixiaron cultural y políticamente a este país impunemente durante todo el franquismo con su educación nacional-católica, tras purgar a miles de maestros de la República. Y tras la muerte de Franco, aún han seguido asfixiando a quienes, libremente ya, han querido seguir su moralina hipócrita. Nadie se lo ha impedido, ni se lo impedirá. Porque en esto consiste la democracia.
Hablan sobre el divorcio express y los abortos de los que tantos derechistas se han aprovechado y se seguirán aprovechando después del 9-M. Habla sobre el matrimonio y su correcto fundamento la única casta que no se casa. Por tanto poco puede aportar de utilidad entre la convivencia en pareja. Pero erre que erre. Así dos mil años ya...
Y hablan sobre la unidad de España, un tema muy reiterado en toda la Biblia. Si es que no nos hemos querido dar importancia, pero Jesús de Nazareth se desvivía por la naturaleza unitaria de la sociedad española de su época y hasta hoy. Así, en el evangelio de Mateo, 14, 11-33 se nos dice en perfecto arameo: "En verdad, en verdad os digo, que Hispania es una y no cincuenta y una!". El resto ya es historia. Jesús mandó a la península a la Virgen María a que se apareciese sobre un pilar a orillicas del Ebro. Y vio Jesús buenas perspectivas inmobiliarias y que todo era bueno y dijo: "Mira mami a ver si te erigen un buen chabolo con sus torrecicas, cupulicas y demás, cerquica de una cosa que podrán allá por el 2008, una exposición mundial o algo parecido. Adelántate y pilla por la orilla, coge un buen sitio antes de quel Fluvi ese se nos adelante, que no te pués fiar, có! Y ya que estás quiá, pues te haces la madrina de la Hispanidad y de la Guardia Civil, que son como leginarios de Roma pero con cascos muy pintorescos, ya lo verás". (Evangelio de Juan, 12, 12-25).
También decidió Jesús que sería bueno que Santiago el apostol (más conocido posteriormente como Santiago Matamoros) fuese a enterrarse en la piel de toro española, porque luego, siglos después, vendría muy bien alguna que otra aparición para echar a los sarracenos, y qué coño, hasta entre 1936-39 se aparecería para acabar con la antiespaña totalitaria y separatista, apareciendo en las trincheras de los soldados de Dios. (Mateo, 25, 11-18.)
Que si que sí, que todo esto aparece muy bien documentado por toda la Biblia. La unidad de España fue motivo de no pocas puyas entre Caín y Abel, y el trasvase del Ebro fue la gota que colmó el vaso del diluvio universal. Y así por todas partes.
Jesús dejó más bien poco por escrito, algunos dicen que nada. Pero entre lo poco que se cree que aun se conserva del puño y letra de Jesús en los archivos secretos vaticanos, se encuentran algunos panfletos dirigidos contra el imperialismo romano y sus bárbaras constumbres paganas, así como un profundo ensayo sobre la divinidad de la unidad de España, que luego ampliarían Gomá y compañía en 1936, para poder bendecir de manera muy cristiana los cañones de Franco y sus aliados nazifascistas.
En esa cruzada del 36, como en todas las anteriores, los católicos gritaban a una antes de cargar contra el enemigo: "Dios lo quiere!!!".
Dicen que de ahí vendría incluso el nombre del pueblo que hoy llamamos Juslibol: "¡¡¡Deus lo vol!!!"
Ahora, después de lo dicho por diferentes obispos entre el sábado y el domingo, no nos cabe duda de que de nuevo sienten a Dios de su parte y afilan sus armas (mediáticas y políticas de momento) para "defenderse" de las agresiones de las que son objeto. Dios está con ellos, lo queramos entender o no los demás. Lo han dicho explícitamente. Es en ese momento cuando históricamente la Iglesia Católica pasaba de ser víctima a verdugo, cuando delcaraban que Dios estaba con ellos. Pero hoy corren otros tiempos, y la sangre, afortunadamente y a pesar de habernos recordado incluso la guerra civil, no llegará al río. Hoy esta curia fracasada no es ni la sombra de la iglesia sangrienta que fuera en el pasado.
Esta pobre curia, lo que está consiguiendo por este camino paranoide es que cada día esté más alejada de sus bases menos integristas, menos talibán.