Nuestro exlíder lüberal, ese que nos sacaba de no se qué rincón de la Historia con el obsceno vasallaje hacia el dirigente de una superpotencia más ridículo y escaso de inteligencia que ha conocido nuestro desgraciado planeta, viene ahora, 4 años después, a decirnos que no había armas de destrucción masiva en un lugar llamado Irak. Ese mismo lugar en el que muere mucha gente cada día y que ya cuenta con millones de desplazados por culpa del conflicto. Ese en el que en tres semanas han derribado cinco helicópteros del todopoderoso ejército USA y en el que desde el 1º de Mayo de 2003 no hay guerra.
Hay que tener mucha cara para ir diciendo esas cosas por ahí y ni siquiera amagar con una mínima muestra de arrepentimiento o disculpa, no ya a nosotros (yo de Aznar no quiero ni disculpas) , sino al pueblo irakí, por aquella cobarde agresión a un pueblo indefenso y al borde de la inanición tras 10 años de bloqueo y bombardeos anglo-norteamericanos impunes, con armas prohibidas como el uranio empobrecido. Y lo dice con ese rostro incapaz de mostrar una emoción humana que no sea una simiesca risotada, normalmente sin venir a cuento.
Pero aún hay más. Nos ha confesado cuál es su miope visión del planeta: para nuestro docto expresidente, Barroso, Blair, Bush y él mismo equivalen a la expresión "todo el mundo". Pues según él, cuando tenía ese convencimiento que expresó ante los ojos de carnero de Buruaga aquella noche infame en la que mintió a todo un país,"todo el mundo"con él creía que esas armas estaban allí. Sobre esta nueva mentira encubre y justifica su sinietra cobardía y la herencia que "todo el mundo" ha dejado cuatro años después al resto de la Tierra: un lugar mucho más inestable y peligroso. Ese "todo el mundo" ha conseguido lo impensable: que echemos de menos la relativa estabilidad de los tiempos de los muros y los teléfonos rojos.
Ya vemos que lo único que socializan los lüberales es la culpabilidad de sus desastres.
Hace poco nos sorprendía perpetrando otra ocurrencia genial digna de la cabeza de un coeficiente en el umbral del soldado profesional españññol: abogaba públicamente por integrar a Israel en la OTAN. Ya dijo algo similar durante la agresión israelí al Líbano en el verano de 2006. Ya sabemos que cuando un miembro de esta siniestra banda de piratas y saqueadores neoliberales sea atacado, el resto deberá acudir en su ayuda, en plan mosquetero. Esta idea de bombero-torero sería su contribución en pos de la anhelada paz global. La paz de los cementerios, de cuya eficacia él y los suyos saben un rato largo escuchando las historias de sus papás y abuelitos. Y Pedro Zola implorando públicamente su regreso . Que peligro.
Hay que tener mucha cara para ir diciendo esas cosas por ahí y ni siquiera amagar con una mínima muestra de arrepentimiento o disculpa, no ya a nosotros (yo de Aznar no quiero ni disculpas) , sino al pueblo irakí, por aquella cobarde agresión a un pueblo indefenso y al borde de la inanición tras 10 años de bloqueo y bombardeos anglo-norteamericanos impunes, con armas prohibidas como el uranio empobrecido. Y lo dice con ese rostro incapaz de mostrar una emoción humana que no sea una simiesca risotada, normalmente sin venir a cuento.
Pero aún hay más. Nos ha confesado cuál es su miope visión del planeta: para nuestro docto expresidente, Barroso, Blair, Bush y él mismo equivalen a la expresión "todo el mundo". Pues según él, cuando tenía ese convencimiento que expresó ante los ojos de carnero de Buruaga aquella noche infame en la que mintió a todo un país,"todo el mundo"con él creía que esas armas estaban allí. Sobre esta nueva mentira encubre y justifica su sinietra cobardía y la herencia que "todo el mundo" ha dejado cuatro años después al resto de la Tierra: un lugar mucho más inestable y peligroso. Ese "todo el mundo" ha conseguido lo impensable: que echemos de menos la relativa estabilidad de los tiempos de los muros y los teléfonos rojos.
Ya vemos que lo único que socializan los lüberales es la culpabilidad de sus desastres.
Hace poco nos sorprendía perpetrando otra ocurrencia genial digna de la cabeza de un coeficiente en el umbral del soldado profesional españññol: abogaba públicamente por integrar a Israel en la OTAN. Ya dijo algo similar durante la agresión israelí al Líbano en el verano de 2006. Ya sabemos que cuando un miembro de esta siniestra banda de piratas y saqueadores neoliberales sea atacado, el resto deberá acudir en su ayuda, en plan mosquetero. Esta idea de bombero-torero sería su contribución en pos de la anhelada paz global. La paz de los cementerios, de cuya eficacia él y los suyos saben un rato largo escuchando las historias de sus papás y abuelitos. Y Pedro Zola implorando públicamente su regreso . Que peligro.
Aznar lo sabia desde el principio y aqui esta la prueba:
ResponderEliminarhttp://www.parecidosrazonables.com/parecidos_razonables_125_Aznar_en_Irak.html