Un lío de gente o el espíritu de Belchite




UNA, GRANDE Y LIBERAL (y no es una extremidad de Nacho Vidal, es su mani)

Cada vez que veo una acción pancarteril del PP recuerdo la gracia castellana con la que un Aznar borracho de mayoría absoluta describía las manifestaciones de la oposición como "un lío de gente" donde estaban "los de IU, que no se pierden ni una", y ese tipo de frases que yo personalmente no he podido olvidar, pues la mofa del derecho a la manifestación (el mismo que practican ahora y por el que no movieron un dedo porque pensaban, entre otras cosas, que a ellos esas cosas nunca les iban a hacer falta) me parece toda una declaración de principios y un indicativo de la calidad democrática de quien dice esas cosas y los que le ríen la supuesta gracia.

Pues bien, los del sábado sí que eran un lío de gente. De gente entre los que no dudo que hubiese algún centrista despistado, pero en su inmensa mayoría, fue un revival de la adhesión inquebrantable de esas gentes a unos principios muy concretos y peculiares del liberalismo. Visto lo del sábado, creo que estos tíos piensan que la etimología de liberales procede del alemán L-über-alles, germánica expresión de evocadores ecos de lucha occidental específicamente teutónico-hispana contra la amenaza que venía del Asia judeomarxista y bolchevique allende las estepas. La apropiación del himno y la bandera no debería escandalizar a nadie, es lo natural en estos casos. Hace tiempo que estos tipos han recreado una realidad paralela según la cuál son una especie de gobierno en el exilio, con una neolengua que deslegitima el actual estado de cosas, dotando a la realidad objetiva de una peculiar subjetividad lüberal. Una neolengua que bajo el paraguas conceptual del totalitarismo y el terrorismo ha metido demasiados conceptos ya y que está creando una generación de analfabetos funcionales en torno a cuestiones políticas. De esa neolengua es partícipe en muchas ocasiones el pensamiento socialdemócrata, el gran culpable del adormecimiento de la clase trabajadora (que sigue existiendo aunque ahora se la llame “media” o “media baja”) de todo Occidente, pero ya hablaremos de eso otro día. De cara a las elecciones no nos faltarán ocasiones para ello.
Hoy me preocupa más que muchos manifestantes, sí, muchos, reclamasen que el presidente electo de nuestro país se reúna en la fosa con su abuelo, al grito de asesino o criminal.
Y aunque por mí se pueden quedar el himno y la bandera para ellos, no deja de ser sintomático que se apropien de esos símbolos, profundizando en su política de crispación y recreación de dos Españas cada día más nítidamente encontradas. Y encima, como hace la derecha históricamente, se hacen pasar por las víctimas de esa segregación cuando lo cierto es que día a día son ellos los que cultivan lo que nos separa de los valores que supuestamente nos unieron en torno a una democracia saneada. Hoy constatamos que no es así, y que el franquismo sociológico sigue muy vivo, también entre alguno socialistas, no lo olvidemos. Unos socialistas que lo primero de todo son “españoles”, en el sentido nacionalcatólico, no en el europeo y cosmopolita y sin carga subjetiva de nacionalismo naftalinoso.
Un día, (casi) toda la sociedad se unió en un clamor en lo que se denominó “espíritu de Ermua”, tan dados que somos los hispanos a espiritualizar aconteceres. Lo del sábado fue un revival del espíritu de Belchite. Y una minimani, por cierto.

2 comentarios:

  1. Y cuando no se manifiestan hacen estas cosas...

    Desde

    Valladolid:
    LAS CHICAS TINTIN
    http://www.youtube.com/watch?v=ajHZsOFri6U
    Desde algun colegio mayor de

    Pamplona:
    LA OVEJA NARANJA
    NARANJA!!!
    http://www.youtube.com/watch?v=Mjf02qDAS9I&eurl=

    (joder con el colorcito...)

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  2. Está claro que pertenecemos a mundos completamente diferentes. Lo de la oveja naranja o no lo pillo, o es que el autor del villancico alegoriza sobre el consumo de psicotrópicos en el campo y tiene que pasar la censura eclesiástica de alguna manera sibilina...
    Y de las chicas TINTIN ya te diré algo, que promete

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