La narrativa periodística hispana en torno al conflicto de Osetia del Sur está siendo algo confusa. Si alguien tiene dudas sobre lo que digo, que haga una sencilla comprobación: que pregunte a su alrededor a ver qué percepción tienen del conflicto sus allegados, compis del curro, vecinos, etc. En la mayoría de los casos comprobareis que son los rusos los únicos y malignos agresores frente a un indefenso e inocente país llamado Georgia. Nada se dice de los muchos intentos georgianos de apropiarse de ese territorio y Abjasia manu militari (razón por la que había fuerzas de pacificación de origen ruso) en los últimos años, y estos días la emigración georgiana que protestan ante las embajadas rusas en Occidente, goza de amplia cobertura mediática.
Desde luego, nos sumamos al sincero dolor que ante la guerra están mostrando muchos de esos ciudadanos, y que será similar al de muchísmos rusos que no salen en TV. Condenamos una vez más una acción militar, venga de donde venga, porque como siempre desde 1939, es la población civil la que lleva el peso del sufrimiento en forma de muerte y destrucción. Y condenamos a los que están canalizando ese dolor civil para sus fines políticos, fundamentalmente los apetitos expansionistas de Georgia y su aliado USA, que ha prometido meter a esta república en la OTAN. Un gesto que podría equivaler al ingreso de Israel en esa misma plataforma guerrera (una "celebrada" excrecencia de la mente de Aznar durante la guerra del Líbano de 2006): un torpedo en la línea de flotación de la estabilidad planetaria.
Pero si queremos entender nuestro mundo y el porqué de las cosas, no nos dejemos llevar por versiones oficiales, e investiguemos un poco.
Alguien quiere mantener vivo el espíritu del "¡Que vienen los rusos!", porque en el imaginario occidental, no lejana aún la Guerra Fría (¿alguna vez terminó de irse?), el enemigo ruso sigue siendo un eficaz dispensador de inquietudes en la mente de las gentes de bien. El pueblo ruso es el penúltimo icono de la maldad que emana del Este (persas, bárbaros, hunos, mongoles, turcos, rusos, iraníes...) para perturbar al Occidente civilizado.
Es el ruso un pueblo dominado aún por perversos resortes sovietizantes y nada de lo que hace es bueno. Esa es la imagen trabajada por los medios de desinformación de masas occidentales, y como siempre, nos toca desde la periferia de la información, poner un poco de equilibrio en esta cuestión, sin que ello implique que nos posicionemos a favor de aventuras militares, sean rusas, nagorno-karavajianas, osetas o arrabaleras.
La maldad rusa se hace patente al comprender los puntos de vista iraníes en la polémica nuclear, por ejemplo. Pero vayamos con ejemplos más recientes. Hace unos días amanecíamos con la sorprendente noticia de una posible invitación venezolana a la instalación de una base militar rusa en la república bolivariana. Una vez más, se sacaron determinadas palabras de Chávez de su contexto, para dañar la imagen de su democracia:
Noticia según un diario opositor venezolano, aquí.
Noticia según Pedro J, aquí.
Desmentido desde fuentes latinoamericanas, aquí.
Desmentido desde el estado español, aquí.
Pese al desmentido oficial, el daño está ya hecho. Pero es que también es Cuba la que está resucitando también al viejo fantasma bebedor de vodka en aguas caribeñas. Esta vez como respuesta al escudo antimisiles que USA está desplegando por la Europa del Este contando con aliados rusófobos como Polonia o República Checa:
Y con respecto a los sucesos en torno a Osetia del Sur, dejamos estos enlaces a artículos que pueden aclara un poco mejor que los media occidentales, lo que realmente está ocurriendo en esa zona del planeta.
Artículos que exponen quien dirige Georgia y cúales son sus apetitos:
"¿Georgia, la pequeña y valiente?", por Mark Almond, de Counterpounch. Traducido para Rebelión, aquí.
Un completo análisis con infografías (la geografía aclara bastante cualquier conflicto territorial) y el ingrediente fundamental de los oleoductos,"Kosovo sí, Osetia no: entendiendo lo que ocurre en Georgia", por Luigino Bracci Roa aquí.
La oscura sombra del imperio:"Con la bendición de EE.UU", de Knut Mellenthin, aquí; de nuevo la estrategia de asesores militares y mercenarios (como en Albania, Kosovo o Irak), aquí.
La opinión de un buen conocedor de los intereses rusos: "Carne de cañón para el mercado", de Fidel Castro Ruz para Cubadebate, aquí.
Sin duda este conflicto tiene muchos incendiarios ingredientes que podrían desencadenar un conflicto mucho mayor que desemboque en la definitiva balcanización de Eurasia, larvada desde la desintegración soviética. Dependerá de la demostración de fuerza de Rusia.
¿Es mera casualidad la sincronía de este ataque georgiano sobre Osetia del Sur con la actividad terrorista separatista de inspiración islamista en el occidente chino, o la "puesta en valor" la cuestión del Tíbet al calor de las Olimpiadas?
Me ha dado un escalofrío leyendo las últimas lineas. Hace unos días leyendo sobre el tema del independentismo tibetano topé (conspiranoicamente lo admito) con la argumentación nacional-racista para crear el corredor euroasiático. Una excusa de los nacionalismos Húngaro y Turco de principios del XX (vaya dos..) pero que valoraba tambien la Alemania nazi.
ResponderEliminarPor supuesto, le doy tanto valor a la existencia de Shambhalá como a la supuesta conexión linguística pan-turaniana entre el húngaro el finés y el japonés: NINGUNA... pero me viene a recordar otros tiempos en los que también parecía muy apetecible el corredor euroasiático para los intereses expansionistas.
Hace tiempo que se observan movimientos de servicios secretos USA y aliados (Georgia, Pakistán, Israel...) en pos de la globalización de la guerra. La guerra es una potente industria muy imbricada en nuestro modelo de "desarrollo" que necesita ser alimentada. Además, mientras se hable de nuevos conflictos se dejará de hablar de los viejos, la ocupación de Irak y Afganistán. ¿Alguien ha hablado de Irak desde el viernes por la tarde?...
ResponderEliminarY Eurasia es un vastísimo y apetecible territorio en el que convergen intereses de muchas potencias, y no sólo por el crudo y el gas.
Todo encaja y sirve a los mismos intereses. Creo que vamos a ver un rosario de guerras locales por todo el planeta, como en los mejores tiempos de la Guerra Fría. ¿Qué otra función tiene el nacionalismo salvo ser el vaso comunicante de estos estúpidos conflictos? mientras, se aparca la lucha de clases...
YO creo que si rusos, chinos, indios, brasileños, venezolanos empezaran a reconocer la independencia de Escocia, Gales, Irlanda del N, Córcega, Bretaña, las naciones indias norteamericanas (algunas han mostrado deseos de no pertenecer a USA recientemente) las cosas se animarían mucho, redibujaríamos el mapa de las naciones del planeta, dando su propia medicina a los hijoputas que están diseñando estas guerras, jeje..