¿Qué sería de los buenos escritores sin el estímulo del humeante cigarrillo en la madrugada?Ana Botella presentó recientemente un soez libro de cuentos morales que aborda temas de inconfundible raigambre navideña como la corrupción, el aborto o las relaciones de género. Lo hizo de cara a la campaña navideña, con una visión muy comercial de las sagradas fechas que esperemos que no sean pecado mortal por aquello del lucro, amén.
Más allá de la calidad literaria, que seguro que es mucha a poco que haya seguido algún consejo de su marido, el poeta-profesor universitario internacional-ensayista y dotado de recursos oratorios sin fin, nos interesa esta noticia por lo que tiene de metafórico.
Y es que el nacional-liberalismo no tiene otra forma de vender su mercancía intelectual que no sea en forma de cuento. Y eso que corren malos tiempos para los cuentos liberales, que andan de capa caída después de su colosal fracaso global en el que la utopía del mercado se ha convertido como otras utopías, en una pesadilla.
Dicen las malas lenguas que el PSOE está preparando otro libro, de fábulas en este caso, para el 2010, que falta les hace.
yo casi prefiero la otra sugerencia literaria
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