Parece que nos resistimos en el blog a hablar del escándalo que están ofreciendo algunos jueces españoles en las últimas semanas.
Se van acumulando noticias que nos hacen pensar cada día con más fuerza, que en las sociedades humanas, la distancia entre Ley y Justicia puede ser abismal, y especialmente en España, esa distancia es más que evidente.
Hay mucho donde elegir, tirando sólo de la superficie que marca la actualidad: la Memoria Histórica y Garzón, Tirado y la negligencia que desembocó en la violación y muerte de una niña de 5 años, o Calamita y la discriminación por orientación sexual a la hora de la adopción.
Cualquiera de los tres casos es un escupitajo al concepto que un demócrata puede tener de lo que llamamos "Justicia", aunque quizá el más hiriente sea el que hace que Tirado sea penalizado con 1.500 € por no haberse ocupado del peligroso pederasta que debía estar encerrado.
1.500 €. Con eso está todo dicho.
Lo de Calamita demuestra que nuestro sistema judicial no tiene un filtro adecuado para que una persona acabe decidiendo con criterios justos sobre las vidas de sus semejantes. No perdamos la perspectiva: los jueces son personas, con sus halitosis, sus flatulencias, sus vicios inconfesables, su olor corporal y su mediocridad personal como cualquiera de nosotros.
No puede un juez imponer su moral y creencias, sus sentencias deben ajustarse a las Leyes, sean justas o injustas para él, que ese es el otro gran debate. Y si no puede evitarlo, debe abandonar definitivamente su "oficio", como cualquier otra persona que no sabe hacer bien un trabajo, ni más ni menos. No confundamos la necesaria independencia judicial con la impunidad o la administración de un cortijo.
Calamita es una persona que no interpreta bien su "oficio". Debería abandonarlo cuánto antes, por el bien de la sociedad. ¿Cúantas personas habrán sufrido sus sentencias antes de que dos lesbianas hayan decidido luchar contra su injusticia? ¿Cuántos jueces habrá como Calamita o Tirado?
Tirado o Calamita, o la Audiencia Nacional con la Memoria Histórica demuestran varias cosas: que la asignatura "Educación para la Ciudadanía" es más que necesaria, y no sólo para los adolescentes. Que existen jueces que no han interiorizado los valores más elementales de la "Democracia" y se creen con derecho a impregnar la Ley con su moral fracasada y oscurantista, a costa de amargar la existencia de otras personas.
Y que la Ley en este país necesita un higiénico lavado en profundidad, y una depuración de elementos que vienen directamente de las cavernas mal ventiladas del siniestro pasado franquista.
En definitiva, que la lucha eterna entre Ley y Justicia aparece cada mañana en cualquier diario, de tirada nacional o de provincias. Y eso debe corregirse con urgencia, porque mañana nos puede tocar a cualquiera de nosotros sufrir a un Tirado o un Calamita cualquiera.
Se van acumulando noticias que nos hacen pensar cada día con más fuerza, que en las sociedades humanas, la distancia entre Ley y Justicia puede ser abismal, y especialmente en España, esa distancia es más que evidente.
Hay mucho donde elegir, tirando sólo de la superficie que marca la actualidad: la Memoria Histórica y Garzón, Tirado y la negligencia que desembocó en la violación y muerte de una niña de 5 años, o Calamita y la discriminación por orientación sexual a la hora de la adopción.
Cualquiera de los tres casos es un escupitajo al concepto que un demócrata puede tener de lo que llamamos "Justicia", aunque quizá el más hiriente sea el que hace que Tirado sea penalizado con 1.500 € por no haberse ocupado del peligroso pederasta que debía estar encerrado.
1.500 €. Con eso está todo dicho.
Lo de Calamita demuestra que nuestro sistema judicial no tiene un filtro adecuado para que una persona acabe decidiendo con criterios justos sobre las vidas de sus semejantes. No perdamos la perspectiva: los jueces son personas, con sus halitosis, sus flatulencias, sus vicios inconfesables, su olor corporal y su mediocridad personal como cualquiera de nosotros.
No puede un juez imponer su moral y creencias, sus sentencias deben ajustarse a las Leyes, sean justas o injustas para él, que ese es el otro gran debate. Y si no puede evitarlo, debe abandonar definitivamente su "oficio", como cualquier otra persona que no sabe hacer bien un trabajo, ni más ni menos. No confundamos la necesaria independencia judicial con la impunidad o la administración de un cortijo.
Calamita es una persona que no interpreta bien su "oficio". Debería abandonarlo cuánto antes, por el bien de la sociedad. ¿Cúantas personas habrán sufrido sus sentencias antes de que dos lesbianas hayan decidido luchar contra su injusticia? ¿Cuántos jueces habrá como Calamita o Tirado?
Tirado o Calamita, o la Audiencia Nacional con la Memoria Histórica demuestran varias cosas: que la asignatura "Educación para la Ciudadanía" es más que necesaria, y no sólo para los adolescentes. Que existen jueces que no han interiorizado los valores más elementales de la "Democracia" y se creen con derecho a impregnar la Ley con su moral fracasada y oscurantista, a costa de amargar la existencia de otras personas.
Y que la Ley en este país necesita un higiénico lavado en profundidad, y una depuración de elementos que vienen directamente de las cavernas mal ventiladas del siniestro pasado franquista.
En definitiva, que la lucha eterna entre Ley y Justicia aparece cada mañana en cualquier diario, de tirada nacional o de provincias. Y eso debe corregirse con urgencia, porque mañana nos puede tocar a cualquiera de nosotros sufrir a un Tirado o un Calamita cualquiera.
Es realmente vergonzosa la actuación de algunos jueces y de la judicialización de la misma vida pública.
ResponderEliminarPues en lo de Tirado yo estoy muy en desacuerdo contigo, que yo sepa se le culpa de no llevar a cabo una sentencia, cuando eso es bastante común en los juzgados españoles, parece ser que por falta de personal, tiempo, o lo que cada un quiera, lo que le ha pasado a este juez es que ha tenido la mala suerte de que el hombre este matara a una niña. Pero si no lo hubiera hecho, el juez tendría la misma responsabilidad no? Entonces responsabilizamos a todos los jueces por los delitos que puedan cometer los condenados que tienen en la cola para tramitar.
ResponderEliminarPara mí, responsabilidad en la muerte de la niña la tiene el acusado, y sí se quiere el sistema judicial (la tendría el juez en cuestión si su juzgado fuera el único sobrepasado del país, pero creo que no lo es)
Esto es como si un empresario no pone medidas ignífugas en su fábrica. Tiene una gran responsabilidad si hay un incendio, y más si muere algún asalariado. Parece ser que cada juez gestiona sus casos según su capacidad. Si le han sancionado, aunque sea por esa ridícula y ofensiva cantidad, será porque por ley le corresponde una sanción. Si ha sido incapaz, en 2 años, de hacerse cargo de un pederasta de probada peligrosidad, tiene una responsabilidad proporcional a sus privilegios como poder judicial. Vamos, ese es mi punto de vista. Como cualquier incapaz de ejercer con su puesto de trabajo, debe ser retirado del mismo, máxime si de tí depende el futuro de personas. Pero el corporativismo de la casta judicial ha evidenciado que la Ley va por un camino y la Justicia va por otro, en demasiadas ocasiones, no en todas.
ResponderEliminarque no, que no, la historia es que que este juez no ejecute las sentencias no es un caso aislado. Que hay 200 mil sentencias penales actualmente esperando ser ejecutadas, con lo que, por lo menos a mí me parece obvío, que no hay una responsabilidad indivuidual de este juez en concreto por dejación de funciones, sino un problema estructural del cagarse, vamos que el sistema judicial en pleno no funciona, porque hagan falta el triple de personal, porque hay demasiada burocracia o por lo que sea. Culpar a este juez es echar balones fuera, buscar cúlpables de lo que paso, cuando sólo hay uno, el asesino, es obviar que los juzgados españoles están colapsados.
ResponderEliminarEntiendo que el padre de la niña quiera una explicación a la muerte de su hija, pero que lo haga más gente creo que es ir demasiado lejos.
Ah rafa, no vale que decir que sí le han sancionado es que tiene alguna responsabilidad, ya que le das a la ley el valor de justicia, algo que niegas de entrada no?. No vale que algunas sentencias te valgan como justas porque son sentencias, y otras no porque la ley y la justicia van por caminos diferentes. Además si es por eso, pues la sentencia dice que la responsabilidad es mínima, vamos de 1500€, y como es ley, se ajusta a justicia.
Vale JL, Tirado es una pobre víctima del sistema...
ResponderEliminarClaro que hay un problema estructural, pero en el caso de Tirado se está evaluando/juzgando al juez Tirado, no al sistema, el que se está equivocando de perspectiva eres tú, me temo. En la entrada lo que denuncio es que en demasiadas ocasiones hay un "divorcio" entre ley y justicia. Y que en este país se deriva entre otras cosas de nuestra "ejemplar" transición en la que el poder udicial o el policial quedaron impunes, y hoy sufrimos los residuos de esa España negra.
Entiendo por "justicia" responder al delito de manera proporcional al mal que provoca un delito. En el caso de Tirado, lo justo sería que si su inoperatividad, o falta de rendimiento, o desinterés, o lo que sea, hace que un pederasta peligroso ande suelto, su vida laboral no pase de rositas. Yo te digo que si por tu incompetencia en un puesto de trabajo alguien muere, te caerá una acusación de homicidio involuntario o algún concepto similar, meintras que a un juez le imponen una multa menor...
Por otro lado, efectivamente hablo del sistema judicial español, y pongo sólo algunos ejemplos recientísimos de ese "divorcio". Podría poner decenas y decenas de ejemplos: mujeres violadas a las que una jueza les acusa de provocar con su breve vestimenta, años de cárcel por robos menores mientras los delincuentes de guante blanco campan a sus anchas... la lista es infinita.
Y de todos modos, te centras en Tirado cuando hablo más de Calamita. Esta entrada va sobre todo de que muchos jueces proyectan su moral personal y privada sobre las leyes, en casos como las fosas del franquismo o la ley de matrimonio homosexual... eso es el escándalo. O que haya jueces que se autodenominan "progresistas" o "conservadores". Se supone que un juez tiene derecho a tener y ejercer una ideología o sistema filosófico, pero FUERA de su puesto de trabajo, en el que debe interpretar las leyes ajustándose a Derecho, no a su moral judeocristiana o islámica, marxista o neocon. No debe ocuparse de si una violada vestía minifalda y por eso fue violada o si dos lesbianas no son lo mejor para criar a un menor.
r de rapha
A ver Rapha me centro en el juez Tirado porque en el resto estoy de acuerdo contigo, que ya me jode. Pero no tiene nada que ver lo de Tirado con lo del Calamita, nada que ver, así que perfectamente se puede hablar de ellos por separado. Así que sigo con lo de Tirado, que no es que me parezca una pobre víctima del sistema, sino más bien de las ganas del gobierno por querer salir bien del asunto, poniéndose de lado de las masas furibundas que desean sangre para vengar la muerte de la niña, lo que me parece raro es que alguien con un intelecto tan trabajado como el tuyo caiga en ello. A ZP lo que le jode es que el corporativismo judicial haya pesado más que su mano sobre la judicatura (se supone que son independientes).
ResponderEliminarY otra cosa, ni tu ni yo, sabemos si el Tirado éste es un incapaz y un vago, o muy capaz y mete 16 horas diarias, y a pesar de ello no da abasto, insisto en que lo esencial es que hablamos de ello porque ha habido una muerte, es lo único que hace el caso diferente de las otras miles sentencias sin ejecutar. Entonces condenamos a todos los jueces que tengan una sentencia sin ejecutar??. En el colegio se decía que cuando en una clase suspenden 30 de 33 alumnos, el problema es el profesor, el contenido, el sistema, lo que quieras, pero nunca el alumno, pues esto yo lo veo igual.
jajajaja, la culpa es S-I-E-M-P-R-E, de Yoko Ono y en el caso académico, de los profesores...
ResponderEliminarInsisto, no creo que haya que ajusticiar en plaza pública ni linchar a Tirado, ni creo que esté haciendo ninguna demagogia ni participando de cortinas de humo salidas de una mente conspiranoica como la tuya...jeje...
Pero una negligencia de ese calibre, independientemente de que asesine o no a una niña, debe castigarse con algo más de 1500 €.
Los jueces son personas, y entre ellos los habrá + o - vagos e incompetentes, incluso algún enfermo mental sin diagnosticar, no lo dudes.
Y sí, yo castigaría a jueces como Tirado,a todos los que tengan tajo acumulado, porque si no tienen medios lo estamos pagando los ciudadanos, no ellos, por eso no han movido un puto dedo hasta ahora. Es más, no sólo Tirado debe pagar por lo de esa niña y el pederasta suelto, sino que algún superior inmediato debería pagar, y no me refiero al "gobierno", sino al alguien dentro del poder judicial. Parece que olvidas que muchas veces los jueces se comportan como una casta alejada de los problemas de los mortales. Y como tal se han comportado ahora...
Ni jueces progresistas ni conservadores se han interseado en movilizar a su colectivo para mejorar los medios en sus puestos de trabajo, porque tienen prioridades mayores, como copar cotas de poder político mientras los criminales andan sueltos.
r de raphael
Bueno, pues nada que lo condenen, a él, y a todos los que tengan el juzgado empantanao, y a sus superiores, y a los políticos que no han hecho nada por evitar que este juez tuviera sentencias sin ejecutar desde hace años, y a sus empleados que no avisaron de ello, y a los votantes de los partidos políticos que estando en el poder permitieron tamaña inanición, y al camarero que le sirve el café al juez Tirado porque seguro que algo sabía del tema.......
ResponderEliminarY así seguro que no vuelve nadie a matar a nadie.