Finalmente las cofradías zaragozanas no portaran, como en un principio se dijo, condones en sus capirotes. Recordemos que este añadido no era solamente para protegerse de las posibles lluvias sino fundamentalmente como señal de protesta por el uso del preservativo. Tras arduas negociaciones con el arzobispado los cofrades rezaran antes de las procesiones y se pretaran los cilicios.
Que pena más grande... seguro que la santísima trinidad estaba en un sin vivir, pendiente de estas decisiones.
ResponderEliminarLa santisima trinidad no sé pero yo estaba que no cagaba, con esto y con lo de los lazos de las de Sevilla.
ResponderEliminarYo prohíbia estas manifestaciones anuales de radicalismo católico, o los enviaba a manifestarse al campo, donde solo molestasen a las ovejas, como Dios está en todas partes no creo que le importara mucho
ResponderEliminarPobres ovejas... jajaja muy bueno lo de que Dios está en todas partes.
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