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Pues sí Diego, este país vive una versión de la democracia bastante atrofiada, inmadura, acomplejada y amilanada, gracias al pasado fascio-franquista nacionalcatólico. Y esa infracultura franquista nos legó productos-síntoma como esas pelis de españoles velludos de ojos desorbitados persiguiendo suecas a la sombra de los apartamentos costeros del desarrollismo (donde se mostraba de manera subliminal el poderío ladrillero opusiano), seguido después por el cine del destape, con los mismos actores (no había otros), y las pelis desenfrenadas de Esteso y Pajares (Los Bingueros, Los energéticos...), y así en un continuum, podemos enlazar aquella caspa grasienta con fenómenos cercanos como la progresía y españolidad de Bono y sus supermonjitas, las hazañas gubernamentales de los legionarios de Cristo en la era Aznar, o el rescate cuasiarqueológico de la cutrez y la caspa que está llevando a cabo con notable eficacia Popular TV. Y Aznar, cada vez que habla de ir sin complejos por la vida, parece estar reivindicando toda esa caspa de raíz nacionalcatólica. Necesitamos analizar esos fenómenos para comprender de donde venimos, y ver si se vivía mejor o peor que ahora ¡Pero qué suerte haber nacido en esta parte de la Historia!!
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