DE LA OBSOLESCENCIA

Según la RAE, obsoleto es aquello que 1)ha sido poco usado o 2) que es anticuado, inadecuado a las circunstancias actuales.
En el mundo del discurso político suele aplicarse hacia las teorías y prácticas identificadas con la superación del capitalismo, especialmente sobre las ideas marxistas y los experimentos socialistas que desde 1917 salpican el planeta, es decir, sobre alternativas reales que con mayor o menor fortuna han proporcionado y siguen proporcionando un modo de vida diferente a los valores asociados al mundo burgués capitalista. Un modo de vida con sus defectos, pero también sus virtudes.
Si nos ceñimos a la cronología, Adam Smith, padre de la utopía del mercado, fue anterior a Marx, como el capitalismo lo fue antes que el socialismo. Por lo tanto, nos encontramos ante un uso intencionadamente espúreo de la obsolescencia. El socialismo surge de hecho para superar las injusticias que propiciaba el capitalismo burgués. Y en pocos decenios se convirtió en una ideología de masas capaz de cuestionar seriamente la legitimidad del capitalismo. Ese era y es hoy su magnetismo y su fuerza, y por eso sigue siendo temido y provoca las más violentas e irracionales reacciones. Como la Contra nicaragüense, o como la actual campaña de McCain que hace creer a sus masas ignorantes que Obama es un trasnochado y peligroso bolchevique.
Tan temido es el socialismo que los apóstoles del integrismo mercader enseguida trataron de enterrarlo y de convertir en carne de museo las experiencias comunistas, cuando una de cada 6 personas que habita el planeta, hoy en 2008, sigue bajo las premisas de algún tipo de sistema socialista, y cuando resurge con fuerza el ideario en otras partes del mundo desde hace algunos lustros ya.
Lo curioso es que la vertiente hispana de tan curiosa e histriónica caterva de fanáticos del mercado, parecen haber regresado al 36 o más bien no haber salido nunca de allí, pero los obsoletos son otros.
Y estos fanáticos son, por lo general, los mismos que simpatizan con una forma de capitalismo que, si atendemos a la segunda definición de la RAE ("inadecuado a las circunstancias actuales") encaja tan bien en la definición como lo hacía el campo socialista europeo en el 89, su capitalismo predador y deudor inhumano, decrépito y necesitado (de confianza, de credibilidad y del dinero de todos).
Al menos el socialismo real europeo tuvo la decencia de hundirse y reconocer su fracaso estrepitoso y merecido, sin pedir dinero a nadie.

4 comentarios:

  1. Pues he leído que "El capital" de Marx había aumentado mucho sus ventas en las últimas semanas, curioso, es como los que se acuerdan de rezar cuando necesitan un milagro, o cuando van a morir. Siempre será más útil leer a Marx que rezar, pero bueno esto de acordarse de uno solo cuando las cosas van mal.....
    Marx advirtió del peligro del capitalismo y claros en momentos de crisis es cuando puede obtener más predicamento. Y es que una obra del siglo XIX sigue siendo clave para entender la crisis de hoy, y es que explica como nada el funcionamiento del capitalismo.
    Marx lo escribió con la idea de que lo aprovechara la clase obrera, por ello está escrito con un lenguaje bastante sencillo, así que Adelante!!!!

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  2. La peligrosidad del socialismo es que su diagnóstico sobre el capital es perfecto, y su análisis social se parece pasmosamente a la realidad. Lo que Marx sintetizó acerca de la lucha de clases, ya había sido plasmado, de otras maneras, por pensadores sociales anteriores, por lo que Marx tampoco tiene especial mérito al destapar la lucha de clases, que no es más que una obviedad. A ver si con esta pedazo de crisis que se nos viene encima, empezamos a darnos cuenta de que el cuento de la clase media se está acabando. Sobre lo que dices del XIX, es que sin duda ese siglo sigue marcando la historia mucho más de lo que creemos. Fue un siglo mucho más avanzado y moderno de lo que se piensa, con científicos, escritores y pensadores que sentaron las bases de lo que hoy vivimos.

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  3. Con lo del cuento de la clase media me refiero a toda esa gente que que se cree que por poseer (más bien su banco) segunda residencia y dos cochazos y vestir a la última ya pertenecen a esa entelequia de "las clases medias". Ya veremos si cierra GM como les va a unos cuantos por aquí...

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  4. Lo peor de la crisis no es la propia crisis en sí, sino que no aprenderemos nada de ella

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