REFLEXIONES SOBRE EL MIEDO LA FRUSTRACIÓN Y LA VIOLENCIA

Llevo días dándole vueltas a este tema que nos planteamos tan a menudo por aquí y aún más recientemente, dada la actual situación económica: La reacción antisocial o la inacción frente a las injusticias sociales. No deja de ser una paradoja esa reacción conservadora e individualista frente a los problemas ya no solo económicos sino también a los de orden político y social. El ambiente de violencia, hostilidad y desconfianza aumenta proporcionalmente a los niveles de insatisfacción y miedo hacia un futuro que cada vez pintan más negro. Esto es realmente peligroso, pudre las estructuras sociales básicas y mina profundamente cualquier posible coordinación social e incluso cualquier atisbo de solidaridad. Me parece realmente preocupante, cuando ni siquiera se guardan ni las formas y ya se va a degüello, no digo que eche de menos la hipocresía limosnera de la caridad, pero al menos sí unos mínimos en los planteamientos de coexistencia. Lo que apunto sobre los individuos se puede aplicar a organismos sociales como empresas o instituciones públicas.
¿Por qué nos tragamos todo? ¿Por qué tiene que haber crisis? La explicación que se nos da desde la cultura capitalista institucionalizada es que esto es así y que simplemente toca. Pero realmente detrás de esta crisis económica hay una crisis cultural, política y social que viene de lejos y es totalmente estructural. Esta es la explicación lógica y la solución lógica sería luchar coordinadamente por alternativas a este modelo. Pero nos encontramos que la reacción mayoritaria es totalmente irracional, individualista y egoísta. Prácticamente siguiendo los modelos de las mismas élites que han causado este desbarate. Recordemos que no solo han especulado los bancos y los constructores, también los modestos inversionistas en ladrillos que de un mes para otro generaban beneficios económicos que se han demostrado totalmente artificiales. El alcance de este panorama es el de una sociedad en la que se mide todo con la vara del dinero y el poder de decisión y que va a acabar sobreviviendo a costa de países más débiles militarmente o con gobiernos vendidos al capital.
Me voy a ganar la fama de conspiranoico pero ciertamente no creo que sea casual que desde entornos conservadores se fomenten estas actitudes antisociales, quizás lo da la misma cultura capitalista imbuida en la competitividad individual y la ley del más fuerte. Pero mucho me temo que esto va a estar organizado y maquiavélicamente planificado.
Me ha pillado la vena catastrofista lo admito pero no veo una solución a toda esta frustración retroalimentada por el consumismo que en definitiva no es la solución y que finalmente acaba en violencia de cualquier tipo.

3 comentarios:

  1. Que razón tienes Diego, yo también lo he venido diciendo desde hace tiempo, lo peligroso de la crisis no es la no circulación del dinero, la caída bursatil, ni siquiera el creciente desempleo, es la ausencia de ataques a este sistema aun en periodos como éste, el que la gente no se plantee si quiera otras formas de organizarse social y económicamente, y en definitiva, que cada uno busqué salir de este mal momento individualmente y por tanto coyunturalmente. La crisis la van a aprovechar para recortar derechos y gastos sociales y lo vamos a aceptar porque hay que sacrificarse (no hay más que oir al segundo de Obama que no me acuerdo como se llama)

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  2. Muy bueno Diego. Estoy totalmente de acuerdo con tu análisis. Hay mecanismos de la mente humana que escapan a la Razón y que son su perdición, que explicarían la alienación, el por qué sistemas crueles de dominación duran siglos, como la esclavitud o el feudalismo. Recordemos la debacle intelectual tras la civilización romana, hasta el Renacimiento se estuvo en un marasmo superticioso y ultrarreligioso plagado de miseria, guerra, hambre y escasa esperanza de vida. Pero luego ocurre eso otro, esas reacciones como ese Renacimiento, o el siglo de las Luces, de vez en cuando en la Historia, que hacen que avancemos otro trecho. Ahora yo creo que estamos en un umbral muy especial, en el que habrá que elegir entre soluciones colectivas hacia un futuro para todos, o hundirnos en un fango superticioso (los integrismos cristiano e islámico no son otra cosa que síntomas de degradación intelectual).
    Con respecto a tus debilidades conspiranoicas, quizá no sea tan descabellado lo que piensas. Economistas, ecologístas y sociólogos (Chossudovsky, Ziegler...) advierte de una posible trama por la cuál las grandes multinacionales y sus marcas blancas estarían empleando el hambre como elemento coercitivo y de control social, para dominar regiones enteras del planeta, como África. Estarían diseñando un futuro (ya presente) de pueblos carentes de soberanía alimentaria, basándose en teorías de dominación procedentes de informes político-estratégicos que llevan inquietantes firmas como las de Kissinger o Rockefeller. Subiré algo a este respecto.

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  3. En Diagonal he encontrado un artículo muy interesante sobre la relacción entre la crisis y los problemas de salud mental...

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