La irracionalidad es una de las características fundamentales del fascismo, pero ¿por qué no llamarlo directamente estupidez manipuladora?
Encauzar interesadamente situaciones de ira social hacia objetivos fijados arbitrariamente es uno de los mecanismos que usa el fascismo para afianzarse y tomar fuerza. Hay que luchar contra estos estereotipos y tópicos y contra toda esta estupidez irracional con la que se adultera la rabia social fruto de la frustración y alienación capitalista. Tenemos derecho a revelarnos ante las crecientes injusticias sociales que el capitalismo está causando en nuestras vidas y entorno social. Pero hay que tener cuidado con la manipulación que podemos sufrir si no somos mínimamente racionales y coherentes.
Entre la estupidez y el fascismo hay una delgada línea roja...
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